domingo, 29 de junio de 2008

¿Expresión matemática del Siglo XVIII?


Tal como se comentó en el anterior artículo, el libro "el Conde de Haimbhausen y el Misterio de Veas-01" narra sobre la existencia de una antigua Orden Monástica, cuyo origen es presuntamente muy anterior al recuerdo de la Historia de la Humanidad, pero que formó un natural enlace con las ideas cristianas, luego del nacimiento de la Iglesia Católica, e indirectamente buscó su asociación con ella, aunque manteniendo su identidad bajo el nombre de Fraternidad de la Rosa y de la Cruz (nombre que no guarda relación alguna con los grupos seguidores de Christian Rosenkranz ni con sus cofradías posteriores). En el anterior escrito se explicó con claridad el orígen astronómico de su nombre.


Esta Novela Histórica supone que una Alianza fue sellada el 11 de diciembre de 1753, entre algunos jesuitas, liderados por el padre Carlos von Haimbhausen, y el Abad de dicho grupo monástico, cuyos atuendos fueron "asemejados" por los monjes Benedictinos; y que luego de dicho "pacto" en los cerros de la Hacienda de Calera de Tango, el procurador alemán habría recibido variados aportes tecnológicos, entre ellos, algún conocimiento y marcos teóricos sobre las avanzadas técnicas que los monjes de la extraña fraternidad dominaban.


El libro "el Conde de Haimbhausen y el Misterio de Veas-01", en su Capítulo V titulado "los Visitantes del Dorado Atardecer", indica que los misteriosos monjes tenían un concepto manejable sobre la energía existente en el Universo, y que la parte que era "operable" correspondía a un subconjunto de toda esta Energía, imposible de capturar y de manejar en su totalidad. Es por ello que, mientras el padre Haimbhausen conversaba con el Abad, le fue enseñado esta extraña e insólita expresión, la cual (dice el libro) fue hallada en décadas posteriores a la expulsión de los Jesuitas, entre antiguos documentos sin clasificar que estaban en los sótanos del Monasterio de El Escorial, en España. La extraña fórmula es la que aparece dada al comienzo.


Aunque no se conocen, hasta la fecha, de expresiones similares en otro documento alguno de la época, el libro explora una posible interpretación sobre la concepción del Mundo, pensada por la Orden Monástica, y sobre sus capacidades sobre concebir la Energía como un "producto utilizable y de control", lo que hasta ahora, en nuestra civilización, no ha podido más que teorizarse. La novela "el Conde de Haimbhausen y el Misterio de Veas-01" cuenta que estando perplejo el padre Carlos von Haimbhausen sobre esta expresión, el Abad le explica que ésta es una síntesis de conceptos: la Energía Universal está muy por sobre la manejable, de tal manera que sólo es posible manipular una cantidad "Eta" que está en correspondencia con una forma transcrita como "Quasitrón" (símbolo expresado al final de la serie dada por la primera desigualdad); molécula de mínima energía, pero al mismo tiempo, de máximo rendimiento. El Abad le enseña al sacerdote que "operar" con dimensiones o tamaños menores a esta molécula, o mayores a ella, hace ineficiente su utilización, puesto que su rendimiento depende de la dimensión de los cuerpos que usualente gobiernan nuestro Universo (lo que hoy llamaríamos "Dimensión Fractal" adecuada).



Ahora bien, un "Quasitrón" es una "molécula" compuesta por tres partes: una zona positiva, una negativa, y una neutra (entre medio de ambas). A su vez cada zona estaría formada por tres estructuras menores llamadas Rabdión, gamma-Hilión y gamma-Cerión, conformando una gran estructura (la cual no es proporcionada aquí, sino que se entrega en el libro, en un dibujo esquemático).



Finalmente, el Abad, analizando la expresión dada al comienzo, explica que el cuociente I/O tiene la siguiente interpretación: la Energía Universal está conformada por Operadores que son Invisibles I (o no medibles) y por otros que sí podemos medir u observar O (medibles con instrumentos técnicos). Los operadores dados en I (invisbles o no medibles), son los que hallamos en la parte superior de la expresión anexa a la igualdad, en tanto que los operadores O (observables) son los descritos en la parte inferior de tal expresión. Para la actual Mecánica Cuántica, los operadores que forman un Grupo Abeliano (que conmutan) configuran los set de llamados "observables", en tanto aquellos que no conmutan (A * B distinto de B * A) son los responsables de las llamadas "partículas virtuales". En pocas palabras, esta expresión ya conocida por algunos jesuitas supuestamente en el siglo XVIII, introducía conceptos que hoy son naturales en los manejos mecano-cuánticos posteriores a la segunda mitad del siglo XX.



Entonces, ¿contendrá esta expresión información adicional a las modernas teorías formuladas por la Física (o dentro de los símbolos individualmente expuestos), que nos indique la manera en cómo debemos concebir nuestro Universo, y conocer si el espacio-tiempo es "real" o bien es la consecuencia de otros "operadores" que actúan junta o separadamente?.



La respuesta a difícil pregunta es: sí. La anterior expresión (como lo explica con detalle la Novela Histórica) parece indicar que los jesuitas liderados por el procurador bávaro, ya conocían en Chile (antes que en Europa) de las ideas de Espacio-Tiempo, y que los documentos descubiertos (o redescubiertos) con décadas de retraso en las diversas bibliotecas, sirvieron de inspiración a muchos científicos y matemáticos de origen alemán, o judío alemán, en Europa, que terminaron con los aportes que la historia conoce después de 1905. En efecto, el padre Manuel Lacunza y Díaz en su obra "la Venida del Mesías en Gloria y Majestad" además de hablar sobre los antiguos cambios de polaridad en el Globo Terráqueo, y el planteamiento sobre edades en que la eclíptica coincidía con el ecuador celeste, habla sobre conceptos de lo que hoy denominaríamos (a la luz de las ideas de Einstein sobre la Relatividad) contracciones del espacio-tiempo (cuyos datos no se dan en esta primera obra, sino en la continuación de la Segunda Parte, donde se profundiza más sobre los aspectos científicos y técnicos, para aquellos que gusten de los "argumentos físico-matemáticos"). La expresión inicialmente presentada en este artículo (y que es conocida hoy sólo por un "puñado" de investigadores), expresa algunos operadores que, dicho de un modo directo, explican que nuestro universo es espacialmente parabólico aunque temporalmente hiperbólico, aunque ni el concepto de espacio ni de tiempo son considerados causas, sino todo lo contrario, efectos. La expresión aquí mostrada al público, y que en el libro "el Conde de Haimbhausen y el Misterio de Veas-01" se explica con mayor detalles, parece indicar que lo que denominamos Espacio, no es más que "resonadores virtuales de Helmholtz de muy baja frecuencia" que sumados al Indice de Refracción del medio (u), crean un potencial para el Espacio Vacío que es muy distinto de cero, explicándose con detalle el por qué el Universo Vacío posee una Impedancia Zo muy distinta de cero, e igual a 377 ohms (por cada metro lineal) para las proximidades de nuestro Sistema Solar; así como que en lo que llamamos Vacío existen condensadores virtuales de 8,8 (pF) e inducctancias o bobinas virtuales de 1,26 (uH), también por cada metro lineal, conformando una inmensa "telaraña virtual" consistente en un Filtro RLC Pasa Banda por el cual "parece avanzar" la luz u ondas electromagnéticas. El libro trata de reescribir esta expresión del siglo XVIII en términos de los conceptos actualmente aceptados (aunque se reconoce que aún existen aspectos de la fórmula que no son entendidos), pero que desde un punto de vista práctico y a una Escala Fractal de 290 micras aproximadamente, se puede simular el Vacío como compuesto de un "Gigantesco Circuito Eléctrico Resonante" cuyos "elementos nanoelectrónicos" son virtuales (no medibles) y dados por los operadores superiores de la Expresión Matemática presentada aquí, y que presuntamente fue proporcionada al sacedrote Haimbhausen por el Abad de esta curiosa Fraternidad de monjes, quienes usaban un atuendo similar al de los monjes benedictinos. La Novela Histórica propone que estas expresiones manejadas en forma confidencial (y que este libro las presenta en toda su cabalidad) habrían servido para elaborar el proyecto Apocalipsis que desde finales de la Segunda Guerra Mundial se lleva a cabo en las profundidades oceánicas cercanas a la isla griega, de origen volcánico, conocida con el nombre de Agios Efstratios.