miércoles, 18 de agosto de 2010

EL CASTILLO DE LOS HAIMBHAUSEN

En artículos anteriores revelamos por vez primera el Escudo de los Haimbhausen (hoy Haimhausen) el cual está cargado de simbolismo y aparente significado con el descubrimiento del Nuevo Mundo. Destaca al centro del Escudo la bella figura de un natural de las Indias de América sosteniendo el Oro entre sus manos.



El Castillo de Haimbhausen, ubicado en las proximidades de la ciudad de Munich, data del siglo XIII. En 1281 ya aparecen referencias de él como un Castillo situado en la Baviera Superior. Destruido durante la Guerra de los 30 años el Castillo de Haimbhausen fue reconstruido con un toque barroco, por Andreas Wolff, en 1660 bajo la administración de la familia Viepeckh (o Wieprecht en polaco).



Uno de las espacios más destacados del Castillo Haimbhausen es la Sala de Banquetes, situada en el tercer piso. Este salón con su famoso cielo pintado con las Cuatro Estaciones de Bergmuller más las dos Estufas de Porcelana situadas como columnas, una a cada lado del salón, fue hermoseado por Francisco de Cuvillies hacia el año 1747 (las fotos aquí mostradas son de propiedad actual de la Escuela Internacional de Baviera).



Y fue en el año 1989 que el pianista Daniel Barenboim grabó precisamente en esta Sala de Banquetes, cargada de significado histórico, la Sonata para Piano N°5 in G Major, K 283 de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791).



El último Wieprecht que habitó, durante el siglo XVIII, dicho Castillo fue el Conde Sigmund von Haimbhausen (sobrino del sacerdote jesuita Karl von Haimbhausen). El Conde Sigmund fue un reconocido político, científico, metalúrgico e intelectual, y fundador en 1753 de la Academia de Ciencias y Artes de Baviera.

Durante el siglo XIX y siglo XX, hasta el año 1983 el Castillo de Haimbhausen permaneció en manos de la familia de industriales de apellido Haniel. Fue así que en aquel año de 1983 el señor Hans Daxer y la señora Louise Piech adquirieron el Castillo refaccionándole y devolviéndole la gloria del pasado.

En 1997 la Escuela Internacional de Bavaria (BIS) adquirió el Castillo de Haimbhausen, abriendo sus puertas al público, por primera vez en muchos años, en el mes de septiembre de 1998.

domingo, 1 de agosto de 2010

EL PRECURSOR DE LA FARMACIA CHILENA EN EL SIGLO XVIII Y EL SELLO DE LOS HAIMBHAUSEN



Para nadie es un misterio el interés que mostraron los religiosos de la Compañía de Jesús, desde su fundación en 1540, en relación con los temas de Salud y Farmacia. En efecto, y tal como consta en sus Constituciones, Ignacio de Loyola mostró considerable interés por la Salud de sus hermanos, al punto de ordenarles, a quienes padecían algún mal, total obediencia al Médico y al Enfermero. Por ello, en marzo de 1555 se instala la primera Enfermería-Farmacia en un pequeño edificio llamado la “Torre Rossa”, que se ubicaba adyacente a la casa profesa romana y cuya dirección estuvo bajo el mando del médico Baltasar de Torres. Dicho facultativo delegó la dirección en el hermano jesuita Luis Quaresma, venido de Lisboa. Con el tiempo, las boticas (farmacias de la época) se difundirían en muchas casas de Europa pertenecientes a la Compañía de Jesús, y con el paso de los años, la finalidad originaria de servir exclusivamente a la salud de los miembros de la orden, traspasó los muros de sus conventos y colegios para terminar ofreciéndose ayuda médica y fármacos a personas con autoridad pública eclesiástica lo que derivó, dada la publicidad y agradecimientos que naturalmente hacían las personas beneficiadas y curadas, en conflictos constantes con las farmacias tradicionales locales, sobre todo con las Asociaciones y Colegios Profesionales europeos.

Sin embargo, lejos de amilanarse o de sentirse cohibidos por las presiones provenientes de los farmacéuticos tradicionales, los sacerdotes y coadjutores de la Compañía de Jesús intercambiaron información valiosa sobre orígenes de patologías y sus formas de cura con profesionales no jesuitas, logrando así amplios elencos que describían enfermedades y las relacionaron con fármacos, algunos de los cuales comenzaron a ser elaborados internamente por la Compañía, centralizándose los conocimientos en el Colegio Romano. Los jesuitas comenzaron a estudiar en forma seria no sólo la relación entre enfermedades y drogas, propio de los farmacéuticos tradicionales, sino que se adentraron en la descripción de éstos y aquellos, los usos convenientes según circunstancias, posología (dosis), etc., hasta el análisis de las características químicas de aquellos fármacos que sus médicos prescribían.

Durante el siglo XVII, asesorado por jesuitas competentes, el Padre General de la Compañía pudo seleccionar a coadjutores y sacerdotes para servir en Salud en las tierras de misión, donde los reinos de España y Portugal se prolongaban mediante la relación eclesial y política tales como virreinatos, gobiernos provinciales y municipios. Aprendiendo la medicina que en los imperios asiáticos se utilizaban los misioneros lograron establecer un diálogo e intercambio de conocimientos entre Oriente y Occidente tal como en Japón lo demostró el jesuita Luis de Almeida. Y aunque en Europa fue importante la presión de los Colegios Farmacéuticos contra las “medicina jesuita”, sin embargo los religiosos justificaron con relativa facilidad la elaboración de sus propios fármacos en las tierras del Nuevo Mundo y en Filipinas dada la dificultad de adquirir y enviar drogas desde Europa hacia aquellos sitios distantes. Así, el estudio de los recursos naturales en las nuevas tierras de misión, el intercambio de conocimientos con los aborígenes o “naturales”, las múltiples experiencias adquiridas y la diversidad de medicinas con que la Compañía se nutrió, favorecieron el protagonismo de muchos jesuitas en la Ciencia de la Salud, Medicina y Farmacia. Las bibliotecas de todos los colegios, casas y haciendas jesuitas presentes en el mundo contenían libros de Medicina y Farmacia tanto de seglares como apuntes de cursos dictados en universidades por médicos jesuitas o colaboradores con la Compañía.

El problema se suscitó entre fines del siglo XVII e inicios del XVIII cuando se trató de sistematizar en compendios todos los fármacos y medicinas naturales que hasta ese entonces en todo el mundo se conocían, tanto aquellos provenientes de las farmacias tradicionales como los elaborados por los jesuitas mediante el uso de plantas nativas, o bien, utilizando técnicas aprendidas tanto en los países de oriente como en las tierras del Nuevo Mundo. Fue entonces que, a mediados del siglo XVIII, y gracias a las imprentas de última generación traídas a Chile, a Córdoba y a lo que hoy es Paraguay, por un religioso jesuita alemán, de noble linaje, él decide junto a su farmacéutico, implementar por escrito lo que se convertirían en los primeros Vademecum Farmacéuticos o Compendios de drogas y Medicinas Naturales de que se tenga conocimiento. Se trata del sacerdote alemán Carlos von Haimbhausen, Conde de Haimbhausen, de quien hablaremos brevemente y cuyo Escudo Familiar se presenta aquí públicamente por vez primera.

Hijo del Conde y la Condesa de Haimbhausen, Karl von Haimbhausen (o Carlos Haimbhausen, como luego se le conoció en Chile) nació en Múnich, Alemania, el 28 de mayo de 1692. Si bien su familia utilizaba el nombre de la localidad cercana a Múnich, Haimbhausen, su apellido real era Viehpeck (también Viepeckh, o Wieprecht, en polaco), pues descendían de un canciller bávaro, fallecido en 1576, de nombre Wolfgang Wieprecht (ver el Escudo Familiar de los Haimbhausen, presentado en este artículo por primera vez en Chile). En 1709, es decir, a los 17 años de edad Carlos Haimbhausen, renunciando a su título de Conde, ingresa a la Compañía de Jesús al Noviciado de Landsberg. Sus estudios se prolongaron hasta el año 1722, donde además de los estudios usuales que todo Jesuita debía cursar, tales como Filosofía, Teología, Historia, etc., él se interesó vivamente y cursó, durante nueve años, Matemática y Física Moderna. Parte de sus estudios los realizó en el famoso Colegio de Ingolstadt (hoy Ludwig Maximilian Universität de Munich, LMU), entidad jesuita de la cual su padre, el Conde de Haimbhausen, era uno de sus benefactores. Ordenado sacerdote en 1721, y siguiendo algunas de las antiguas peticiones del Cardenal von Pommersfelden y de su sacerdote asesor, el jesuita Juan Bitterich, ambos quienes buscaron levantar grandes talleres industriales para desarrollar Chile, el Padre Haimbhausen, junto a otros dos barcos con religiosos, zarpó rumbo a nuestro país, en noviembre de 1722, desde el Puerto de Cádiz a bordo del barco “el patache San Juan”. Luego de un año y dos meses de viaje y largas permanencias en ciudades como Buenos Aires y Mendoza, el Padre Haimbhausen y restante misión llegaron a Santiago de Chile el 21 de enero de 1724.

La Compañía de Jesús le asignó hacerse cargo de la institución con sede en la ciudad de Concepción y la creación allí de las facultades de Filosofía y Matemática. Tras su gestión y dirección aquel mismo año de 1724 dicha entidad pasaría a tener el carácter de Universidad, siendo a partir de entonces reconocida internacionalmente como la Universidad Pencopolitana del Reino de Chile, sumándose a la ya prestigiosa institución jesuita, creada en 1594, el Colegio Máximo de San Miguel (cuya entrada estaba frente el Cerro Santa Lucía en las dependencias que hoy ocupa la Universidad Católica de Chile), y de la cual llegaría a ser su Rector. En pocos años el Padre Haimbhausen fue designado, por su habilidad para crear y establecer negocios, con el título de Administrador de los Negocios de la Misión Jesuita del Reino de Chile, logrando que todas las haciendas, colegios y dependencias de la Compañía se autofinanciaran completamente, gracias a su plan de aplicación de tecnologías en la siembra, la cosecha, la obtención de agua, etc. Fue tanto el desarrollo impulsado por este sacerdote en beneficio de los habitantes de esta tierra que, dos décadas después, en 1740 fue nombrado como Representante de la Orden Provincial ante Europa, por lo que en 1748 trae a Chile personal jesuita de alto nivel con especialización en todas las técnicas industriales, tales como metalúrgicos, relojeros, organistas, ebanistas, cartógrafos, médicos y farmacéuticos.

Aunque mucha fue su obra, la cual no sería posible narrar en este único artículo, aquí se pretende describir su aporte por mejorar la salud de los indígenas y habitantes del Reino de Chile. En efecto, desde la creación de la Compañía de Jesús en 1540, sus representantes Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Mateo Ricci, Ferdinand Verbiest, entre otros, tuvieron como norma desarrollar una Medicina Alternativa a la que existía en Europa, y cuyo control estaba normado, como ya antes se dijo, por los Colegios Farmacéuticos, principalmente aquellos de origen francés. Utilizando y combinando técnicas aprendidas por sus miembros en la India, en Chile y en el lejano oriente, unido al conocimiento que adquirieron de las plantas y hierbas halladas en distintas localidades de Sudamérica, los jesuitas desarrollaron sus propias Farmacias Naturales, primero sólo para los miembros de su comunidad, para luego y gracias a su éxito, extenderse al resto de la comunidad. Dados los lugares con culturas y organizaciones ancestrales muy distintas, como los grandes imperios en Asia, a los sacerdotes y misioneros jesuitas se les solicitaba aprender la Medicina Natural local y utilizarla adecuadamente, estableciendo diálogos e intercambio de conocimientos. Por otro lado, para tratar las enfermedades de los mestizos e indígenas en el Nuevo Mundo, y dado que la Salud de esta población no era del interés de la Corona, los padres de la Compañía de Jesús, intercambiando conocimientos con los Mapuche y con otros indígenas de la región, y utilizando plantas medicinales descubiertas localmente, fueron elaborando sus propios fármacos. Así, los Colegios de la Compañía de Jesús en Bogotá, Quito, Cuzco, Córdoba y Santiago de Chile mantenían sus propias farmacias naturales – tanto para abastecer la Orden con medicina como para el servicio de la población. Estas farmacias cooperaban entre ellas y formaban una red farmacéutica por todo el Mundo la cual se manejaba centralmente desde el Colegio Romano. Fue así que, durante el siglo XVII, los jesuitas curaron la Malaria contraída por el Emperador Chino Kangxi de Pekín, gracias a estas redes de farmacias, y trayendo desde la Farmacia del Colegio de San Pablo en Lima la base de la cura, que consistía en la utilización de la Corteza de Quina.

No obstante, a la llegada del Padre Haimbhausen, estas Farmacias no habían sido sistematizadas, ni sus productos totalmente estudiados, como tampoco las drogas producidas estaban totalmente inventariadas. Para ello, y con el objetivo de protocolizar e inventariar el uso de las medicinas descubiertas tanto en Europa, India, China y en América del Sur, en el año 1748, junto al resto de los especialistas y metalúrgicos para la Hacienda de Calera de Tango, el ahora Procurador y sacerdote trajo desde Alemania al jesuita Joseph Zeitler de Waldsassen. Así también, y a instancias del Padre Haimbhausen el sacerdote jesuita Juan Ignacio Molina (conocido luego como el Abate Molina) realizó un meticuloso estudio de las plantas de todo el Reino de Chile, cuyos escritos sirvieron con posterioridad a las investigaciones del inglés Charles Darwin. Las dos principales Farmacias Jesuitas chilenas se encontraban en Concepción y en el Colegio Máximo de San Miguel en Santiago (farmacia que estuvo en el terreno donde hoy se interceptan las calles Marcoleta y Alameda). Los jesuitas aprendieron de los indígenas la propia Medicina Naturista usada. Gracias a las gestiones del P. Haimbhausen y su farmacéutico, el P. Zeitler, en no pocas misiones los jesuitas recopilaron listas de medicinas, muchas de origen vegetal y animal, las cuales con posterioridad ingresaron a Europa como medicina de vanguardia.

En todos los Colegios de la Compañía de Jesús predominó la Medicina Natural, muy enriquecida con productos y experimentos realizados en distintas misiones y colegios. El intercambio de conocimientos y métodos explica la evolución de enfoques en los mismos libros o manuscritos que aún no han sido publicados sobre farmacia, que eran útiles en las ciudades y en las aldeas indígenas. Por medio de los denominados Colaboradores Sanitarios, cargo que era asignado a un indígena, los jesuitas se aseguraban de que los enfermos de dichas aldeas recibieran un adecuado tratamiento. Dicho indígena, instruido por los jesuitas para ello, visitaba cada día a los enfermos en caserones que los religiosos construían fuera del pueblo, los más distantes para los contagiados, y los más cercanos al pueblo, para los convalecientes. Toda esta preocupación demostrada por los religiosos para con los indígenas hizo que éstos denominaran, con especial cariño, a los jesuitas como “paterucha”, que en idioma Chilidugu quiere decir, “papito”; al resto de los miembros de otras órdenes religiosas los indígenas les llamaban “pateru” (es decir, “padre”).

El Procurador Jesuita Carlos Haimbhausen, luego de décadas de esfuerzo por modernizar el Reino de Chile, otorgando a sus habitantes escuelas, universidades, tecnología para sus talleres, y salud por medio de una organización sistemática e inteligente de sus farmacias, falleció en Santiago de Chile en abril de 1767, a los 75 años de edad, siendo sus restos sepultados bajo la cripta de la Iglesia de Calera de Tango, que él también proyectó y terminó de construir en 1753 junto a sus arquitectos. Cuatro meses después de la muerte del P. Haimbhausen sucede la fatídica Expulsión de la Compañía de todas las tierras de las Indias de América, el 26 de agosto de 1767. En aquel momento, sólo el inventario de la Farmacia del Colegio Máximo de San Miguel registraba cerca de 900 drogas tanto europeas como indígenas. La labor curativa del sacerdote Joseph Zeitler fue tan grande y beneficiosa para todo el Cono Sur, que aún pesando sobre él la mencionada Orden de Expulsión dictada por el Rey de España Carlos III y ejecutoriada por el Conde de Aranda, tanto el Virrey del Perú como el Gobernador de Chile, don Antonio Guill y Gonzaga, cuyo confesor de ambos fue el padre Haimbhausen, desobedecieron una y otra vez aquella orden por un período de cuatro años, hasta que se pudiese encontrar un reemplazante. Sólo cuando el padre Zeitler hubo instruido a un colega mundano como sucesor, con mucha pena él abandonó Chile, como último jesuita.



Descripción de Figura: Los primeros Haimbhausen al parecer desaparecieron y se extinguieron antes de mediados del siglo XV, dejando abandonadas minas, tierras y otras diversas propiedades tanto en territorio de la hoy Polonia como en Alemania. Por ello, a fines del siglo XVI los Wieprecht tomaron el control de dichos terrenos, siendo su linaje autorizado a usar el nombre Haimbhausen como título nobiliario y apellido, del cual nacería el sacerdote jesuita Carlos Haimbhausen y cuyo Escudo de Armas aquí se proporciona. Nótese que la Editorial Wallisfurth, creada por el padre del sacerdote alemán Wolfgang Wallisfurth es también de apellido Wieprecht; se trató del conocido escritor Christian Wieprecht, quien trabajó en la industria metalúrgica Friedrich Krupp AG. (El autor de este artículo no puede menos que agradecer el Escudo Familiar y el aporte de los investigadores alemanes señora Gabriele Donder-Langer y señor Erlebach)

Referencia Bibliográfica:

[1] “Totus mundus nostra fit habitatio: Jesuitas del Territorio de Lengua Alemana en la América Portuguesa y Española”, de Johannes Meier. Traducción al español por Adelheid Philipp. Universität Mainz, Alemania. 1998.

[2] “El Conde Karl von Haimbhausen: un Líder Multidisciplinario”. Original de agosto de 2007, y edición revisada de junio de 2009, del autor Rodolfo J. Novakovic.

[3] “Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús: Biográfico-Temático”, de los autores Charles E. O’Neill, S.J. y Joaquín Ma. Domínguez, S. J. 2001.

[4] “El P. Carlos Haimbhausen, S.J., Precursor de la Industria de Chile”, del padre Walter Hanisch Espíndola, S.J. Jahrbuch für Geschichte von Staat Wirttschaft und Gesellschaft Lateinamerikas, Vol. 10, año 1973, página 133-206.

sábado, 24 de julio de 2010

EL PADRE WALLISFURTH, UN "VOLCAN" PARA CHILE



Nos hemos acostumbrado a recibir, de modo cotidiano, tantas malas noticias que se nos hace difícil apreciar aquellos hechos o anécdotas positivas que tienen lugar en medio de la vorágine de la vida. Es por tanto, el objetivo del presente artículo (que fue publicado en El Guardián de la Salud, Edición N°75), compartir con el lector casos históricos de personas tan humanas como nosotros, que han sacrificado parte importante de su vida en mejorar las condiciones sanitarias y calidad humana de los chilenos. Nos referiremos brevemente a la Vida y Obra del sacerdote alemán, el padre Wolfgang Wallisfurth Ploch.

Nacido en Dessau, Alemania, en julio de 1915 se vino en agosto de 1938 con la finalidad de estudiar y ordenarse sacerdote en Chile. Más, antes de acceder a estas tierras ingresó a la Universidad de Bonn donde realizó seminarios en Astronomía, Astrofísica, Astroquímica y Filosofía, combinándolos con la práctica de deportes como Jiu-Jitsu, Esgrima y Remo. Unos años antes, en Santiago, astrónomos norteamericanos construyeron el Observatorio Astronómico de la Universidad Católica, situado en la cumbre del Cerro San Cristóbal, por lo cual a su llegada, Wolfgang Wallisfurth se desempeño a cargo de dicho telescopio, siendo su primera fotografía la Cruz del Sur. En su calidad de “astrofísico” en el Seminario se contactó con destacados científicos, filólogos y teólogos, entre los cuales se destacaba el sacerdote jesuita norteamericano, de origen alsaciano, Gustavo Weigel, quien le enseñó una forma novedosa de presentar tesis. A partir del 28 de noviembre de 1943, fecha en que fue ordenado sacerdote en la ciudad de Puerto Montt por Monseñor Ramón Munita Eyzaguirre, sería conocido como el “Padre Dr. Wallisfurth”, dado que un año antes había recibido además su grado de doctor en teología, cuya tesis fue sugerida por el ya mencionado jesuita Weigel. Dados su excelentes conocimientos en matemática y física, se tituló luego de Constructor Civil en la Universidad Técnica del Estado (hoy USACH).

A partir de entonces su fuerza creadora y el interés por apoyar, dando salud y educación, a las familias más desposeídas, no cesaron sino hasta su muerte, sucedida inesperadamente en Alemania, en julio de 1992. En efecto, en la década del cincuenta se dedicó a estudiar los censos y las estadísticas sociales entre los años 1860 y 1958, notando el padre Wallisfurth que casi el 30% de todas poblaciones denominadas “callampas”, que rodeaban Santiago, provenían de la Región del Maule y vivían en condiciones insalubres, expuestas a pestes y a enfermedades. En un período de estudio de casi 100 años, el sacerdote Dr. Wallisfurth notó una disminución de nueve mil habitantes, sumado al hecho que los jóvenes que migraban hacia la capital de Chile carecían de trabajo, lo cual los exponía a los vicios. Por ello, y buscando fondos en Alemania y en Estados Unidos, decidió no sólo dar trabajo y salud a los habitantes del Maule, sino que calculó que las familias chilenas requerían de casas dignas con una cantidad mínima de 65 a 70 metros cuadrados de terreno construido, considerando un baño, una cocina y cinco habitaciones. Y para que los jefes de hogar pudiesen tener dónde trabajar gestionó la creación de la empresa Celulosa Constitución (CELCO) en 1962, la cual fue expropiada luego por el Presidente Salvador Allende, y vuelta a licitar en 1976 por CORFO, quedando CELCO, a partir de entonces, en manos de la Compañía de Petróleos de Chile Copec S.A. Dados los difíciles accesos a la región del Maule en los años sesenta, el padre Wallisfurth “movió cielo y tierra” en el extranjero para traer millones de dólares para la construcción de carreteras y accesos viales dentro de la zona. Y dado su condición de Constructor Civil, personalmente diseñó, planificó y dirigió las obras viales y la edificación de CELCO en dicho territorio, preocupándose personalmente de que las familias de quienes trabajaban en dicha empresa no sólo tuviesen un buen salario, sino que sus casas estuviesen adecuadamente construidas. Para ello, en 1959 el padre Dr. Wallisfurth trajo desde Alemania a la entidad Caritas, convirtiéndose en Caritas-Chile. Luego crea la entidad relacionada INVICA (dedicada únicamente a la construcción de viviendas populares dignas) y en 1964 forma la Fundación Alemana para el Desarrollo de Chile, FUNDAL, cuyo objetivo fue posicionar a nuestro país como una futura potencia económica, dados los recursos minerales y las materias primas existentes. Gestionó, para ello, personalmente con el presidente Jorge Alessandri, la promulgación del Decreto N°412 en el año 1963, que se refiere al convenio entre la República Federal de Alemania y la República de Chile, consistente en la internación liberada de derechos de aduana de maquinarias y de vehículos a favor de obras de beneficencia.

Por otro lado, su amor por Chile llegó a tal punto que, desde su llegada al país en 1938 hasta inicios de la década de los setenta, logró acumular una colección de más de 80 mil libros, más mapas antiguos de Sudamérica y otros documentos históricos, de tiempos de la colonia e inicios del siglo XIX, que pasaron a ser una fuente importante de consulta conocido como “Biblioteca Hispanoamericana Dr. Wolfgang Wallisfurth”, la cual fue llevada fuera de Chile y hoy se encuentra en la ciudad de Colonia en Alemania, bajo la dirección de la arquidiócesis de aquella ciudad en el centro de extensión de nombre “Maternushaus” (la Casa Materna).

En resumen, y aunCursivaque muchas de sus obras han quedado en el olvido, después de su muerte sucedida el 11 de julio de 1992, su impulso para industrializar Chile y para dar una mejor calidad de vida a las familias chilenas es innegable. He aquí que condensamos algunas de sus principales obras: Representante en Chile de la Sociedad San Rafael, fundador del sistema de ahorro habitacional “Casas-Chile”; realizó los estudios previos, el financiamiento y la construcción de CELCO; sostenedor del Hogar del Inmigrante en Quinta Normal y Puerto Varas e INCAMI; creador de la Fundación Alemana para el Desarrollo de Chile; se encargó de la Distribución de Semillas Calificadas (Legumbres); creador de Capacitas (entidad para minusválidos); fundador de la Escuela de Auxiliares de Enfermería; fundador de Caritas Chile y luego de INVICA; construyó y ayudó al Leprosorio de Hanga Roa (en Isla de Pascua), así como realizó un levantamiento topográfico de islas Juan Fernández y Rapa Nui; fundador de las entidades de ayuda “Comité de Socorro” y “Salvad a los Niños”; fundador de FOMENTA y de PRODESA; planificación e implementación de Reforestación de Chile; creador de fundación FINDE; reconstrucción de Puerto Saavedra; fundador de la SOCIEDAD LECHERA DEL SUR; fundador de Tecnicoop, que fue el instituto para la asesoría técnica y financiera de proyectos de construcción de viviendas; así como de Invicoop, cooperativa de apoyo a los ahorrantes de menos recursos. El padre Dr. Wallisfurth, un hombre de gran visión, buscó eliminar las fuertes desigualdades existentes en el ingreso que se originaban por el crecimiento de las ciudades, por el aumento de la población, los fenómenos migratorios del campo a la urbe, lo que creaba centros de marginalidad en el corazón de la capital, Santiago. Por ello, este sacerdote alemán lamentó mucho cuando en 1973 fue obligado a vender CELCO al gobierno de don Salvador Allende, siendo don Patricio Aylwin Azocar el abogado que gestionó dicha transferencia.

No obstante, y a pesar de todas estas y otras desilusiones, siempre mantuvo su alegría y energía, consolidando más que ninguna otra persona de la época los tradicionales lazos de amistad y ayuda germano-chilenos. Por último, desgastado aunque nunca agotado por los múltiples trabajos en tierra chilena (donde fue ordenado sacerdote, se doctoró en teología y se tituló de Constructor Civil), el padre Wallisfurth pudo descansar en la amada tierra de su Alemania Natal.



Fotografía del sacerdote alemán, Padre Dr. Wolfgang Wallisfurth Ploch, (27 de julio de 1915 - +11 de julio de 1992)

Fuentes consultadas:
[1] “Gottes Mann für Lieb und Seele, Wolfgang Wallisfurth 1915 bis 1992”, de los autores Dr. Rudolf Schloz y padre Maurus Matthei, O.S.B. Fundal. Agosto de 1997.
[2] Archivo Nacional. Documentos del Ministerio de Justicia. Departamento de Personas Jurídicas.
[3] Empresas COPEC S.A. Gerencia General. El Golf 150, Piso 17. Las Condes

martes, 13 de julio de 2010

VIDA Y OBRA DEL PADRE WOLFGANG WALLISFURTH

Estimados Amigos:

junto con agradecer a todos los lectores que en forma periódica leen estas páginas, y en especial vuestros contínuos y muy útiles aportes efectuados, deseo comunicarles a todos y cada uno de ustedes que se ha publicado, en un medio periodístico chileno, por primera vez desde su muerte, un extracto de la Vida y Obra del padre Dr. WOLFGANG WALLISFURTH, sacerdote que dio su vida en favor de los chilenos más necesitados, sobre todo hacia aquellos pertenecientes a la Región del Maule.

http://www.guardiansalud.cl/ (Sólo Portada del Periódico)

En efecto, en la Edición N°75 de El Guardial de la Salud, el cual se publica mensualmente y que en Santiago posee un costo de $500 pesos chilenos, se publica en la página 10, un artículo titulado "el Padre Dr. Wallisfurth, un Volcán para Chile", en el que se resume los estudios y las principales actividades, desarrolladas en nuestro país, por dicho sacerdote alemán nacido en julio de 1915 y fallecido en Alemania, en el mes de julio del año 1992.

Para todos aquellos que deseen leer el artículo, este pariódico puede ser adquirido en la región Metropolitana (a un valor de $500 pesos), y en las regiones I, II, XI y XII (a un precio de $600 pesos)


viernes, 28 de mayo de 2010

CHILE Y LAS COLONIAS ALEMANAS, SIGLO XIX



SUBCAPÍTULO “LA PROVINCIA DE ATACAMA” (PÁGINAS 407 – 417) del libro publicado en 1890 por el alemán HUGO KUNZ, bajo el titulo “Chile und die Deutschen Colonien”:

Traducido del texto alemán por: RODOLFO J. NOVAKOVIC

SANTIAGO DE CHILE, abril de 2010



IMÁGEN: Fotografía de la tapa del libro que fuera publicado por el alemán Hugo Kunz en 1890, bajo el título "Chile und die Deutschen Colonien". En aquel entonces no se reemplazaba la K por la C, de manera que hoy el título alemán sería "Chile und die Deutschen Kolonien", es decir y traducido al español, "Chile y las Colonias Alemanas".

LA PROVINCIA DE ATACAMA

I.- EL DESIERTO DE ATACAMA

El Desierto de Atacama se extiende desde el Río Loa hacia el sur hasta Copiapó y quizá más al sur de dicha ciudad, ya que no se aprecian claramente fronteras trazadas, hasta que poco a poco se va convirtiendo en la flora de Copiapó.

El desierto es uno de las más áridos y en pocos lugares como este se puede ver la tierra arenosa; se eleva abruptamente desde el mar desde los 600 hasta los 1000 metros, y que luego, poco a poco, forma una meseta de 3500 a 4000 metros, hasta donde se elevan las altas montañas, que se disponen más o menos en tres líneas rectas orientadas de norte a sur, pero sin formar una cadena montañosa real. Así de yermo parece este desierto, sin embargo no está totalmente desprovisto de plantas, como se podría imaginar, porque en todos lados puede encontrarse zonas antiguas, zonas de vegetación perenne, la mayoría aisladas, y sólo a los pies de las laderas y en los barrancos puede hallarse una abundante vegetación; mientras que en el fondo del valle se encuentra en su mayoría arroyos pequeños, y hermosos pastos, pero a menudo dentro de un terreno pantanoso. Las plantas desérticas son bajas, las especies leñosas suelen establecer tallos con ramas tupidas y formando espesos arbustos; sólo donde existen cursos de agua y cerca de los 2500 metros de altura se puede aún encontrar árboles: Chañares (Gourliea chilensis) y Algarrobos (Prosopis siliquastrum), más arriba se observa una mera Verbenacea (Neospartum striatum) formando arbustos que sobrepasan los 3 metros de alto; las otras plantas leñosas, como Pingo-Pingo (Ephedra sp.) y Cachiyuyo (Atriplex sp.), poseen propiamente tallos gruesos, pero que tienden a acostarse a ras del suelo. En general, la parte occidental del desierto es más escaso en plantas que en la meseta, donde es más común encontrar pastos y cursos de agua entre las montañas, tal como en Breas, Vega del Diablo, Antofagasta y otros puntos.

El número de especies es proporcionalmente grande, y la distribución por familia es aproximadamente la siguiente: Synanthereae 23.5%, Gramineae 11.25%, Solanaceae 7.25%, Leguminosae 5%, Cruciferae 4.75%, Verbenaceae y Malvaceae 3.75%, Portulaceae 3.5%; mostrando el resto de las familias sólo pocas especies. La vegetación interesante es la siguiente: arboles Chañar y Algarrobo, así como la Rica-Rica (Lippia deterticola), que forman bosquecitos de aproximadamente un metro de alto; los robustos aunque achatados Pingo-Pingo y Cachiyuyos (especies Ephedra y Artiplex), que frecuentemente se utilizan para leña; una vegetación leñosa interesante es el Cuerno de Cabra (Adesmia subterránea y otras), que tiene ramas muy procumbentes de espinas y una raíz muy desarrollada, y variados tipo Fabiana (Solanacee), y a causa de las variedades de hojas exfoliadas se denominan Pata de Perdiz (en alemán Rebhuhnbein); que entre las plantas herbáceas es una de las más notables. Muchas de estas plantas son pegajosas o lanosas y algunas de ellas poseen un fuerte aroma, de modo tal que ellas están en poder de unos pocos habitantes de la zona que las utilizan por su poder curativo.

El mundo animal está muy escasamente representado en cada comarca o zona. Los animales más numerosos son los Guanacos (Auchenia guanaco), el que probablemente desciende de las Llamas y de las Vicuñas (Auchenia vicuña), de los cuales en el desierto se encuentran pequeños rebaños; aunque son animales muy tímidos, y es difícil que se acerquen a distancia de tiro, cuando no están en búsqueda de zonas con agua. El Puma (Felis concolor), comúnmente denominado León, no está totalmente ausente de la zona, aunque aparece esporádicamente; un gato silvestre y un pequeño zorro (Canis Azarae) pueden hallarse algunas veces. Entre los roedores se encuentran la Viscachas (Lagidium lutescens Ph.), que son animales como conejos con largas colas, y las Chinchillas, que tienen cierto parecido a las ardillas; ambos viven en abismos rocosos, y son los últimos habitantes en lo alto de la frontera donde están la nieves eternas; y en muchos lugares del desierto hay incontables agujeros de ratas y pasadizos (destruidos luego por el paso de los animales montados al cruzarlos), que han sido hechos por una variedad de Gattung Ctenomys (tipo de ratones) de cola corta, los cuales habitan principalmente en las raíces leñosas del arbusto Cuerno de Cabra, donde preparan sus madrigueras, gracias a los desarrollados músculos de sus mandíbulas. Pueden verse estas madrigueras de rata, donde las altamente raras especies denominadas Tujos o Sartenejas semejan más a pequeñas marmotas que a ratas, y las que casi nunca abandonan sus madrigueras sino hasta después del anochecer.

Entre las aves planea el Cóndor sobre el desierto, y se encuentran en las altas zonas el Tiuque de la Cordillera (Caracara montanus), diversos halcones y lechuzas, mientras que hacia las zonas costeras se encuentran los Tiuques (Caracara chimango), los Traros (Caracara vulgaris), así como los dos buitres Gallinazo (Cathartes urubú) y el Jote (Cathartes aura). En las quebradas cubiertas se encuentran variedades de pinzones, un pequeño papagayo, grandes perdices y pequeñas aves de la variedad de la codorniz, muchos bellos flamencos (Phoenicopterus andinus), denominados Parrina, los que pueden hallarse en lo alto sobre los 3500 metros, y unos de pico invertido, que es propio de las alturas, y por sobre y en dicha zona se aprecia una especie de Avefría, y de manera cuantiosa se encuentra una pequeña tórtola, la que puede hallarse en casi todas partes y en forma de bandadas. En la zona norte del desierto, en torno a la localidad de Peine, se encuentra también el avestruz patagónico (Rhea Darwini).

Entre los anfibios propiamente se encuentran muchas lagartijas de diversas variedades, en las corrientes de agua y en sitios húmedos se hallan también las de una u otra variedad de ranas; y aunque aquí y allá se presentan serpientes, estas serían muy raras.

Respecto a los peces existe una muy poca y pequeña variedad de especies y no muy frecuente. Los insectos son escasos, algunas mariposas volando alrededor y propiamente muchas diferentes moscas, sin embargo, todas las clases restantes están muy escasamente representadas, aunque todos estos animales son de colores oscuros, e incluso las mariposas poseen colores muy uniformes. El clima del desierto es diferente dependiendo de la altitud y de la latitud geográfica; en las zonas altas los días son calientes, mientras que las noches el resultado del fuerte impacto térmico es que las temperaturas sean bajo cero grados centígrados, el aire es muy seco y enrarecido, y casi siempre sopla un viento cortante el cual tiene lugar alrededor del mediodía tendiendo a disminuir ligeramente por la noche. La lluvia cae al oeste de las montañas con poca frecuencia, pudiendo pasar 20 o hasta 25 años sin llover, período después del cual llueve y llueve hasta una situación muy cerca de lo que parece un diluvio, hasta llenar con agua los cañones montañosos que van desde el este hasta el mar, que incluso pueden desembocar en el océano. En la parte más alta, entre las grandes montañas, probablemente llueve con más frecuencia, aunque sigue siendo la lluvia escasa, lo cual explica el por qué dichas montañas poseen escasa nieve, comenzando la línea de las nieves eternas recién por sobre los 5500 metros.

El desierto es por lo general, para el pueblo, de poca utilidad. Los pocos habitantes permanentes de la meseta poseen ovejas y burros, algunas vacas, uno que otro caballo o mulas, viviendo en parte de las ganancias que producen sus rebaños, o en parte de la caza del Guanaco y de la Vicuña, o cultivando aquí y allá un poco de alfalfa, o maíz, o una pequeña variedad de papa y quinoa, a veces un poco de cebada, pero que nunca llega a madurar. Los principales beneficios del desierto se encuentran en las vetas mineras, que particularmente se orientan hacia el Pacífico, y donde se agradece las más importantes minas y sitios de origen; así como también la explotación y el almacenamiento del nitrato de sodio cerca de la costa y del bórax en las salinas de las mesetas. Sin embargo, el salitre no es tan abundante como en Tarapacá. Al norte del desierto de Atacama, desde el Río Loa hasta el Río Camarones, el cual desemboca en el mar en la latitud 19°13’ sur, se extiende la provincia de Tarapacá. La costa se eleva abruptamente por sobre los 1200 metros, ligeramente achatada, y a partir de ahí desaparece casi totalmente la vegetación. La pendiente y altura de la cordillera en sí poseen casi la misma Flora y Fauna, similar a la de la meseta del Desierto de Atacama.

Entre las montañas costeras y los pies de la Cordillera, con alrededor de 15 leguas de ancho, se encuentra una planicie, denominada la Pampa del Tamarugal, con zonas de un fino carbón de piedra, zonas que permanecen con arena, y en el medio y alrededor de los pantanos del Río Loa existen grandes depósitos de sal, los cuales se pueden encontrar a lo largo de todo el lado este de la pampa, justo a los pies de las montañas costeras donde está el famoso salitre de Tarapacá. La mitad norte de la Pampa casi no posee vegetación; el sur dispone de reservas a veces grandes otras pequeñas de Tamarugos y Algarrobos, con diferentes arbustos entre medio, restos de grandes bosques, los que poco a poco han sido utilizados en las fundiciones y para la fusión del salitre.

Como se dijo anteriormente, no puede dibujarse una frontera al sur para la flora del desierto, puesto que la misma ha ido cambiando paulatinamente y confundiéndose con la flora de la provincia de Coquimbo, aunque también esta última flora se va modificando de norte a sur en forma constante e imperceptible, y en la medida que aumenta la latitud, y aumentan los días de lluvias, las especies vegetales nortinas son paulatinamente reemplazadas por otras formas, transformándose la flora más y mas, grado a grado, hasta llegar al Río Maule donde comienzan propiamente los bosques del sur, aunque aquí se muestran sólo parcialmente, aumentando con más frecuencia hacia al sur, puesto que los bosques comienzan a dominar completamente el terreno sólo al llegar a los ríos Cautín e Imperial.

II.- CALDERA

Situado en las orientaciones 27°5’20” de Latitud Sur y 70°56’ de longitud Oeste, a lo largo de una estrecha franja costera de arena, Caldera ofrece desde el mar la vista de un poblado en el desierto. La naturaleza otorga sólo una bahía bien protegida, donde por medio de dos muelles los buques pueden desembarcar hasta 2000 toneladas, lo que lo convirtió en un puerto conveniente con la capacidad suficiente para la exportación de minerales de cobre y plata desde la provincia de Atacama, con su glorioso pasado. Como elementos de importación podemos mencionar preferentemente el carbón, la madera, los artículos de hierro, al considerar principalmente las necesidades del ferrocarril y de la minería.

Caldera, situado a 82 kilómetros al oeste-noroeste de Copiapó, fue creado a consecuencia de la ley del 21 de diciembre de 1850 que beneficiaba a los ingenieros norteamericanos de la Compañía Mexicana y Sudamericana (Mexican and South American Company). Desde entonces, bajo la latitud 27°20’, se encuentra el puerto de Copiapó, que fue considerado malo e inseguro, olvidado y del cual existe hoy su nombre.

El comercio de Caldera fue el resultado de las innumerables minas de plata y de cobre, las que consumen materiales mineros y alimentos, cada vez más activas y significativas, y dado que la provincia no podía cubrir las necesidades de agricultura ni de ganado, y la industria local fue tan pequeña como lo es hoy, la mayoría de las necesidades debían ser suministradas por mar desde Valparaiso hasta Caldera, y desde allí, por medio del ferrocarril, llevadas a la ciudad de Copiapó. Así ingresaban por el puerto barcos cargados de mercancías y de alimentos, los cuales embarcaban luego, como cargamento de retorno, ricos minerales de plata y de cobre, mientras que desde la provincia argentina de Cuyo, por los amplios y cómodos pasos cordilleranos, se transportaban hacia Copiapó grandes manadas de caballos, mulas y ganado vacuno. Entre tanto, la producción agrícola de Copiapó ha tenido una evolución muy favorable. Hoy en día, el valle de Copiapó es famoso por la riqueza de sus frutas y por su cultura vitivinícola. El forraje (pasto), los cereales y la cebada se constituirán en fuente suficiente para cubrir todas las necesidades de la provincia. Las sandías en San Antonio son propiamente exportadas hacia el norte.

Al igual que el puerto, la ciudad de Caldera es también un producto completamente artificial, su efímera existencia son las ya antes mencionadas necesidades sin precedentes. El entorno es, como la mayor parte de la provincia, caliente, un desierto inhóspito, sin agua y la vegetación. El agua se obtiene, tanto para los habitantes como para las locomotoras del tren, mediante la destilación del agua de mar. En caso de una constante filtración proveniente de Coquimbo desde algunas estalactitas, la calidad del agua potable obtenida deja mucho que desear. La agricultura es imposible por lo que se debe cultivar algunas hortalizas mediante la técnica para plantas de invernadero. A pesar de ello el clima no es perjudicial para la salud, aunque la carencia de toda vegetación en este desierto sin sombra, la falta de precipitaciones atmosféricas y las puras aguas de manantiales constituye un estorbo a la permanencia de un buen estado de salud poco común, aunque ahí desde largos años los extranjeros avecindados de mentalidad opuesta, dicen que por medio de una dieta prudente Caldera bien a ser uno de los lugares más saludables que se conozca. La temperatura media anual para Caldera (combinando la información proporcionada por C. Moesta, Hann y Supau) es de 16.5 °C.

Como ya dijimos, las relaciones en Caldera fueron por años diferentes a las de hoy. En el año 1882 se contabilizaban en la zona 2500 habitantes, y cada año arribaban 5, 8 o más veleros alemanes en este puerto local, para descargar sus mercaderías, aunque acontecía escasamente en aquel entonces, que estos mismos u otros barcos alemanes tomaban carga desde allí. En ese entonces existían también muchas empresas comerciales de no poca importancia, tales como Juan Dauelsberg, Scheffler y Stahmer, Teodoro Finger, Juan C. Morong, Piedra y Cia, etcétera. En aquel tiempo se desplomó la edificación del viceconsulado del Kaiser de esta zona, de la cual tomó posesión por primera vez el señor Johann Dauelsberg. Su sucesor en el período comprendido entre el 1° de julio de 1876 hasta 1885 fue el señor Julius Scheffler, socio de la ya mencionada compañía, el cual desde 1881 y con la licencia del Gobierno del Kaiser al mismo tiempo desempeñaba el cargo de Vicecónsul Británico Real.

Luego de la dimisión al cargo por parte del señor Scheffler, quien regresó a Alemania (Dresden) el 1° de julio de 1883, las relaciones en Caldera se tornaron esencialmente distintas. Algunas de las compañías antes mencionadas dejaron de existir. Otras casas comerciales del mismo rubro no se sintieron alentadas a establecerse allí, y así la actividad comercial de Caldera se redujo a su mínima expresión. Desde fines de 1888 se traslada el lugar hacia el distrito consular de Copiapó. La población para el año 1885 según los registros de Caldera contabilizaba un total de 2129 mientras que hoy borden apenas los 1800 habitantes, dentro de los que se podían encontrar 5 alemanes, comerciantes y agentes de aduana. Las únicas empresas comerciales de cierta importancia, las que en ese momento tenían domicilio en Caldera, fueron: Teodoro Finger, Stahmer y Cia., Piedra y Cia., Juan C. Morong y H. B. Beazley. Como las relaciones retrocedieron mucho, demostrado por los hechos, que desde el 1° de julio de 1885 sólo anclaron ahí 96 veleros, más el buque a vapor de la Línea Pacífico Kosmos y Hamburgo que ancló apenas 6 veces. En suma en el año 1888 aquí arribaron 287 barcos (1 de guerra, 109 vapores y 25 veleros) con una carga total de 352.667 toneladas, mientras que zarparon 281 barcos (2 de guerra, 108 vapores y 25 veleros) con un total de 347.140 toneladas.

Pero aún existiendo, en los 82 kilómetros al norte donde está situado Copiapó, una línea de ferrocarril que la une con Caldera, el comercio permanece por el momento totalmente decaído. Las condiciones de vida de Copiapó muestran un buen precio para el cobre, donde hoy existe gran cantidad sin contar las minas existentes cuya actividad surge nuevamente entre tanto pudiesen regresar los mineros que emigraron. Si pudiese mantenerse estable, por algún tiempo, el actual precio del cobre (58 sh.), en breve la ciudad de Copiapó podría recuperarse. Esto siempre que también Caldera quede completamente sujeto a Copiapó.

No obstante, la posibilidad no puede excluirse, de que en el futuro las relaciones experimenten un cambio continuo a favor de Caldera. Esto habría sucedido por el desinterés en ejecutar el proyecto planificado hace 40 años de prolongar el tren Copiapó-Caldera por sobre el paso andino conocido como San Francisco hasta la provincia argentina de Catamarca, en donde desde Chumbicha hacia Córdoba, Santa Fe y Rosario existe una conexión ferroviaria que permanece lista desde hace años y que conecta con la ciudad de Buenos Aires. El señor Wheelwright estuvo preparado en el año 1850, iniciando en ese tiempo las primeras obras del tren en Caldera, a favor de continuar el primer proyecto ferroviario trasandino; en el año 1870 hicieron el máximo esfuerzo el ingeniero San Roman para realizar los planes de los Wheelwright que en aquel entonces se traducía en el proyecto de los Clark (via Uspallata) en una dudosa forma de competencia, lo que disipó las energías y el interés para construir un ferrocarril que trepara por sobre los Andes, de modo que el señor Clark habría iniciado muy tarde la construcción de su línea, la cual sin duda era la mas importante, y de seguro la primera. Alrededor del año 1873 el proyecto fue dejado de lado. Lo que siguió fue muy inadecuado para las empresas, y especialmente inadecuado para la construcción de una red ferroviaria entre Chile y Argentina, la cual andaba a la greña a causa de su frontera. Luego sobrevino la guerra con Perú y Bolivia y sus consecuencias. Ahora, al habituarse a las consecuencias, ya quizá superadas, hay una marcada tendencia a la construcción de ferrocarriles en Chile, que no está exento de excesos, los que naturalmente finalizarán, cuando el proyecto señalado pueda ver de nuevo la luz. El empuje formal fue esta vez dado por la empresa de ferrocarriles argentina Carranza de Buenos Aires. El comité directivo modificó el tren Caldera-Copiapó, cuyos dividendos habían disminuido desde el año 1884 a un 5%, pensando con razón que sería favorable a los empresarios, y que sin duda ganarían mucho o poco, con la prolongación del tren andino. El propio consejo directivo se ha volcado en busca del apoyo del gobierno por medio de la Intendencia (que por supuesto desea obtener un interés garantizado del capital para la construcción del ferrocarril) . Finalmente el gobierno ha dado carácter de urgencia al tema considerándolo como la Desiderata del Corazón de la Provincia.

Si la ejecución de este proyecto fuese un hecho consumado, se utilizaría en lo que respecta a productos nacionales del noreste de Argentina a Caldera transformándose en un puerto de competencia a Valparaíso, y al mismo tiempo sería posible procesar grandes minas de plata y de cobre, las que hasta ahora debido a los costos, quedan fuera de este servicio. Hasta aquel entonces, el transporte comercial se concentraba entre Chile y la provincia de Cuyo vía Mendoza hacia Valparaíso. Existe la preocupación, sin embargo, que la influencia de los hacendados de las cámaras obedezca a una consideración estratégica de las potencias financiaras que impidieran adoptar este proyecto, pensando que el tren pueda permitir por medio de su cómodo y amplio paso una puerta de entrada a la Argentina en caso de guerra.

Desde el 1° de junio de 1888 también se formó en Caldera una asociación alemana que agrupa a la mayoría de los lugareños y compatriotas de los alrededores y cuyo lugar establecido para las reuniones corresponde a la casa del Sr. Leonardo Landmann (Hotel Unión). Como lugar de parada para los extranjeros que están de paso se les recomienda el ya mencionado hotel. El precio del hotel, sin vino, es de $ 3.

En una pequeña bahía al sur, distante a 4 kilómetros de Caldera, se pueden ver encajados en las rocas huesos fosilizados, los que se pueden extraer sólo en fragmentos. Y aunque dichos huesos emergen incompletos, sin lugar a dudas, ellos pertenecen a una ballena. No puede permanecer sólo como una curiosidad el hecho que aquí se han desenterrado, en los alrededores de Caldera, una gran cantidad de antigüedades que fueron de los pasados habitantes indígenas, tales como puntas de flecha de piedra, utensilios en hueso, para la pesca, cuchillos, agujas, etc., además de Oro, Plata, y utensilios en cobre y objetos de adorno, perlas, las que con increíble esfuerzo debió haber sido hechos; además de arcos y flechas en madera con formas de animales y aves, finas flechas talladas, ollas, vasos para el agua, grandes tinajas y muchas otras cosas. Muchos de estos utensilios que ya fueron descritos en el libro “Los Aborígenes de Chile” de José Toribio Medina (en el año 1882). Existen algunas muy bellas colecciones de estos objetos, las cuales se encuentran en manos de ingleses y de alemanes. Existen además excursiones que son de interés para los amantes de las cacerías. Aproximadamente 30 kilómetros de Caldera, en las montañas, se hallan las denominadas Aguadas, donde permanecen descansando incontable cantidad de guanacos. Sin embargo, la caza es muy difícil y extenuante. Entre las minas que se hallan en las inmediaciones de Caldera tenemos “Morado”, además del “Algarrobo”, “Quebrada Seca”, “Salitrosa”, “Flamenco”, “Chañarcillo”, las que dan empleo a un total de aproximadamente 215 mineros. La mas significativa es “El Algarrobo” con una producción mensual de 1000 metros con cerca del 20% Centnern de mineral cobre, así como el mineral “Morado” con 600 metros de una veta de cobre del 21% Centnern (Nota del Traductor: un Centnern, de acuerdo con la explicación del geólogo alemán de la UDA, Dr. Wolfgang Griem, es la unidad de medida escandinava y alemana que equivale a 50 kilogramos). El metal viaja hacia Lota y Guayacán. Pero antes se funde en Caldera, donde operaba también una faena de Bórax, la cual hoy está cerrada.

Desapareció también una excursión que se realizaba por ferrocarril alejándose unos 10 kilómetros de Copiapó, hacia una fundición de cobre muy significativa de Tierra Amarilla, que pertenece a la Casa Edwards. Para visitar la fundición se requieren dos días; allí el tren, el que hoy parte desde Copiapó, se regresa no antes de otros tantos días desde allá.

En la iglesia católica de Caldera es divertido cuando se acerca la noche santa de Navidad, mientras le lee la misa. Con la campanada de la medianoche de pronto una voz humana irrumpe con un alarido similar a tres veces el sonido de un gallo –la señal para el desencadenamiento de un brote de alegría de la comunidad devota, que con cientos de aplausos golpean los tímpanos, hasta que el espectáculo pagano va decayendo poco a poco y en virtud de los sonidos de la música de la iglesia la asamblea señala: “cuando el perro salta con la salchicha sobre la piedra angular”.

III.- INFORMACIÓN HISTÓRICA SOBRE COPIAPÓ

La primera información sobre Copiapó data del año 1533. Luego de que Francisco Pizarro hubiese ejecutado al inca Perus Athahualpa en Cajamarca y de esta manera haciéndose dueño y señor de estas ricas tierras, su compañero Diego de Almagro, con un ejército de 570 españoles y 15.000 peruanos (los que estaban bajo el mando del jefe peruano Paully, quien tenía la condición de hermano del inca Manco), cruzó el Desierto de Atacama hacia el sur de aquellos países a la conquista de las tierras que pudiese hallar. En este desierto perdió a causa de la fatiga 10.000 peruanos y 150 españoles, y el resto de su ejército habría encontrado una muerte segura, si no hubiese sido por la vigorosa gente que lo acompañaba y por la suerte de haber hallado el Valle de Copiapó.

Allí Diego de Almagro encontró una tribu indígena, la que le recibió de la manera más hospitalaria y proporcionándole la comida necesaria para su ahora empobrecido ejército, de modo que las tropas pudiesen luego irse de allí. Paully, respetado por aquellos indios como el hermano que se sienta al lado del inca de Perú, debió tolerar que aquellos le entregasen un regalo consistente en 500.000 ducados hechos en oro puro, el que luego debió entregar a su comandante Diego de Almagro. Aún así, él no mantuvo el oro para si, sino que en una actitud sorprendente, luego de haber hallado esta riqueza, y contento de estar en posesión de esta tierra, lo regaló a su desmoralizado ejército para animarlos a continuar, y a superar nuevos peligros y dificultades. Al interior de las casas de los indios hallaron que las mujeres y las muchachas colgaban pesadas y masivos collares de oro y anchas pulseras de dicho noble metal, y alrededor de sus cabezas, brazos y piernas, e incluso una gran parte de los utensilios de la casa, estaban hechos en oro. De aquí partió Almagro y su ejército siempre hacia el sur, pero a pesar de la mencionada ayuda hospitalaria y la recompensa que se les otorgó, y que sin la ayuda de esta tribu, todos ellos habrían de seguro sucumbido por las miserias y penurias, gradualmente aumentó la Sed de Oro de los españoles, y comenzaron a robar, iniciándose excesos de todo tipo. A partir de ahí varios españoles perdieron la vida, escogiendo Almagro la venganza y eligiendo el camino mas corto para apropiarse de esta tierra, procedió a quemar públicamente a los indios mas respetados de Coquimbo.

De ahí Almagro avanzó hasta la Bahía de Quintil, bautizada con el nombre de Bahía de Valparaíso, donde, desde el Perú, Juan de Saavedra le proporcionó hombres y municiones. Posteriormente, sin embargo, en la guerra contra los Promaucaos, Almagro perdió una cantidad significativa de sus hombres, por lo que se vio obligado a retroceder y regresar al Perú, donde poco después muere ajusticiado a causa de una conspiración efectuada por el hermano de Francisco Pizarro. Motivado por las noticias de una fabulosa riqueza en oro, en el año 1540 Pizarro envió, contra las tribus indígenas, un nuevo y significativo ejército al mando de Pedro de Valdivia. Este general de campo no sólo sometió a los habitantes de Copiapó, sino que logró someter a todos los habitantes indígenas que viven más al sur. Desde entonces estas tierras quedaron bajo dominio español hasta el año 1818, cuando Chile se declaró una República independiente.

IV.- COPIAPÓ

La ciudad de Copiapó, fundada por José Manso en el año 1772 en el río del mismo nombre, situada a 396 metros por sobre el nivel del mar, y desde diciembre de 1851 conectada por medio de una vía ferroviaria de 82 kilómetros con el puerto de Caldera, es el punto central para la minería de la plata y del cobre de la Provincia de Atacama. Complace el contraste de esta ciudad con Caldera. Gracias a su privilegiada vegetación más exuberante, a sus majestuosas iglesias, de muy buen gusto, áreas con casas de dos pisos, sus bellos jardines privados y con estatuas adornando plazas públicas, Caldera impresiona por su riqueza y cierta elegancia. La ciudad posee un hermoso teatro construido, un liceo, una academia de montaña, alumbrado a gas, una estación de tren, una estación de correo y una de telégrafo, y un sitio para el Consulado del Kaiser alemán.

Copiapó debe agradecer su fama mundial cuando en el año 1832, cuando a 10 millas de distancias, fue descubierto la gran reserva mineral de plata de Chañarcillo. El descubridor fue un cateador pobre, Juan Godoi, quien encontró en la superficie de la ladera de la montaña Chañarcillo grandes conglomerados de plata, que se conjetura halló casi de inmediato, procediendo a vender sus derechos a la familia Gallo por una pequeña suma de dinero, la cual despilfarró, muriendo más tarde en la pobreza. La familia Gallo, en cambio, obtuvo una enorme riqueza a partir de dicha mina. Es mas, en uno de los sitios públicos de la ciudad de Copiapó se erigió un monumento en honor a Godoi, y que a su nombre también se colocó una aldea situada a los pies de las montañas. Hace unos 10 años alguien calculó el valor de la producción bruta de Chañarcillo en un valor superior a los 300 millones de pesos oro. El mineral de Chañarcillo representa una montaña de aproximadamente 331 metros de alto, formado con exclusivamente el mineral de plata. En la parte de la veta superior de la mina Bolados se encontró una masa mineral de 100 Centnern (50 kg x 100 = 50 mil kilogramos) de plata nativa con inclusiones de Cl-Br-Ag (Br-Clorargirita), las cuales debieron ser cinceladas. El mineral Chañarcillo, que representó cuantiosas riquezas y que fue casi la génesis de Copiapó, que sin duda se debió a su tren, actualmente se encuentra totalmente improductivo. En una semana no se obtienen más de dos carros de plata mineral en conjunto. Para todos quienes realizan cálculos, creen que existiría en la minas al menos la cantidad de 300 millones de pesos en plata mineral.

Figura N°1: fotografía que muestra un trozo, de dimensiones 5 x 4 cms., del mineral Ag(Cl,Br) o Bromian Chlorargyrite (en alemán, Chlorbromsilber), que corresponde a una variedad de la Chlroargyrite (AgCl) extraída de la zona Broken Hill, New South Wales, en Australia. Trozos similares de Br-clorargirita fueron hallados, durante el siglo XIX, al interior de una masa metálica de plata nativa, de más de 5 toneladas, encontrada en la mina chilena de plata Bolanos (fotografía extraída de Mindat.org, de propiedad de don Greg Murray).

El lugar Chañarcillo, cuyo nombre proviene de los destruidos bosques de Chañar (Gourlica chilensis), también conocido como Placilla de Juan Godoi, se encuentra a 4473 metros por sobre el nivel del mar, y está cerca a los pies elevándose por la montaña Chañarcillo, en las estribaciones de la cordillera de los Andes, la cual es totalmente desolada y sin vegetación, desde la cima hasta la base con 100 faenas mineras de plata, la cuales hoy casi todas se encuentran cerradas o fuera de servicio. Más, no sólo en esta montaña, sino también en las inmediaciones que rodea este lugar, e incluso en los caminos de las faenas de las minas de plata y en varias millas a la redonda, en torno a muchos otros distritos mineros, como por ejemplo Bandurrias, Cerro Blanco y otros; todas las cuales se encuentran hoy fuera de servicio, aunque sin embargo prometen entregar un rico ganancia en plata mineral.

Más aun, Copiapó está ahora retrocediendo debido al ocaso de la industria del cobre. Sólo se encuentra una mina de cobre que actualmente se explota con éxito. Se llama Dulcinea, la cual está cerca de Puquios, y se halla en posesión de los ingleses. La producción mensual de los últimos importes extraídos de la mina Dulcinea alcanzan los 5.000 quintales métricos con 20% de cobre. Mientras que a su alrededor operan sin éxito cientos de pequeñas minas.

En las proximidades de Puquios, en Maricunga, se encuentran grandes depósitos de Borato de Cal, la cual puede extraerse. La Cal contiene también nitrato de calcio. Los grandes lechos de Borato de Cal son de mala calidad, porque ellos contienen mucha sal y Sulfato de Cal, encontrándose en la cordillera de Copiapó, en las proximidades de la frontera con Argentina. Los ingleses, quienes con sus empresas han tratado dale monopolizar el negocio, mediante la reducción de precios y la eliminación de la competencia alemana, con los depósitos de Borato de Cal en Europa han caído en el descrédito. En las proximidades de estos depósitos de Borato de Cal se encuentran ricas minas de plata con mercurio, las cuales aún no han sido explotadas y cuya calidad de la mina no es inferior, como la de Punitaqui, en la provincia de Coquimbo. Así también, en las cercanías de los depósitos de Borato de Cal se hallan almacenados inagotables depósitos con un 95% de sal. Su explotación es muy barata, sólo las cargas son caras. Si el ferrocarril se proyectase desde Copiapó para que llegue hasta Catamarca, este se hallaría a tan sólo cuatro leguas de los depósitos de Sal y de Borato de Cal, cuya explotación, así como los depósitos de salitre puro que seguidamente se hallan aquí; todo lo cual saldría a cuenta. La riqueza de Azufre en la Cordillera de Copiapó no es menos grande que la de la Provincia de Coquimbo. Inmensos depósitos de Sulfato de Soda se encuentran a seis leguas de Copiapó, y además en el interior de un gran depósito de Alumbre (Depósito del Jardín), el que contiene mucho hierro y por tanto no es de gran valor.

A inicios de los años 1860 existían en Copiapó tres entidades bancarias: Edwards, Ossa Escobar y Gormaz, este último liquidado antes. Los dos bancos restantes a continuación se fusionaron, pero sólo por un corto período, que por C. Lamarca, luego de la pérdida del rumbo de su industria que requerían más que otras instituciones monetarias de la Provincia de Atacama, y luego de dos décadas, los bancos de Edwards y Escobar tenían operaciones financiaras divididas entre sí. En la provincia las plantas procesadoras de cobre eran seis inmensas: el de Nantoco era del banco Escobar, el de Tierra Amarilla de Edwards, mientras que las otra cuatro estaban en Caldera. Las Medidas de Beneficio de la Plata (faena de amalgama) produjeron aún un mayor número de beneficios, cuyos productos fueron tomados, en su mayor parte, por estas dos entidades bancarias.

Los años setenta no llegaron a ver tres de las plantas de procesamiento de cobre en Caldera. A partir de entonces se produjo la paralización y en parte un retroceso en la industria y en el comercio general diario, así como también en los dividendos del ferrocarril de Copiapó, que refleja fielmente, y no de modo aparente, la prosperidad de la ciudad. El 12% que parecía haber sido normado, llegando a valores críticos, y que en cierto modo se detuvo, es sólo un hecho a agradecer, que el departamento de la maestranza del tren año tras año adquiriese trabajo para el público del norte constituyendo la fuente de recursos productivos y que llegó a ser la fuente de ingresos.

En los años ochenta se hablaba del florecimiento de la Provincia más como una tradición que por una realidad. La Seda, que en el pasado había movido a los dos bancos comerciales en el pasado, se precipitó a su fin. El mercado no alcanzaba para los dos bancos –ni siquiera para uno- de modo que se entendía que había que aguantar todo lo que se pudiese. Así sucedió que el Banco Escobar arrió su bandera mientras que el Banco Edwards se instaló como un Matador, hasta cierto punto como un monarca absoluto, permaneciendo en el lugar mientras pasaran los momentos difíciles quedando como dueño del Monopolio del Dinero, en especial en los distritos industriales.

Este estado de las cosas debiera llegar pronto a su fin, no sólo porque se produjo un nuevo y particularmente notable impulso a la industria ni porque se han ampliado el campo de acción para las instituciones financieras, sino porque el banco Edwards, para el material circulante, se ha vuelto insuficiente, y por la forma en cómo obtuvo su monopolio parece haberlo tornado muy impopular.

El hecho de que un monopolio no sea Filántropo o un Benefactor para Personas Necesitadas, porque se encuentra en la naturaleza de su negocio, no puede ser que sólo uno en Coulanz (ciudad de Francia) tenga la habilidad de ganar únicamente. Si y como se ha visto con la Casa Edwards en relación a este punto, sobre el que no somos capaces de juzgar, pero que la cadena propiamente se ha visto en este corto tiempo, incluso en el pensamiento de quienes no son industriales en la Provincia, se ha manifestado que, en conformidad a los deseos expresados por la prensa, y a la circular decretada por el Intendente con fecha 1° de junio de 1890, ninguna persona privada, industriales o empresarios podrán imprimir emisiones bancarias o depósitos bancarios como una apremiante e ineludible exigencia para las personas.



Figura N°2: Ilustración de la casa comercial de la empresa Mauricio Gleisner y Compañía, después de mediados del siglo XIX, en la ciudad de Concepción, situada en la calle Comercio. (Imagen extraída del libro “Chile und die deutschen Colonien”, en español, “Chile y las Colonias Alemanas” del autor Hugo Kunz).



Figura N°3: mapa en colores mostrando las rutas comerciales del mundo seguidas por diversos países de interés, tales como Francia, Austria, Inglaterra, Japón, Italia, Alemania, España, etc. (tomado del libro “Chile y las Colonias Alemanas” de 1890, del autor Hugo Kuenz).

¡Quiera el cielo que unas gotas de capitales alemanes puedan llover sobre los ocultos tesoros situados en este rico valle interminable!. El pueblo de soñadores y de filisteos se quedará nuevamente con las ganas, como pasa a menudo. “En mi opinión” –dice uno de los más competentes expertos asesores del autor- “son ustedes muy injustos en ello, de solicitar precaución, donde existe aquí por todas partes un magnífico campo para que se establezcan nuevas y alegres actividades empresariales. Cuando los ingleses abren las manos, quienes que ya han invertido gran cantidad de millones de libras esterlinas, primero se aseguran que serán extraídos el Salitre, el Oro, la Plata, y todas las demás fuentes de riqueza, para posteriormente desempolvar los estudios geológicos, geográficos y otras asignaturas de los primeros alemanes sobre minas ya vacías y sobre montones de escombros, y así la inteligencia alemana con vuestros cerebros, al igual que en el pasado, terminan pagando los salarios de intereses extranjeros. Deben ustedes convencerse de que aquí hay mucho, mucho dinero, incluso para los idealistas o aquellos que creen en algo mejor. Y si usted siente como deber para nuestros compatriotas, el explicarles de una manera totalmente palpable, todo lo que se puede obtener en estas costas, no “a la Fabius Cunctator”(Cónsul de Roma entre los años 233 al 209 a.C), sino mediante la intervención y vehículos humanos, entonces sí que usted habrá creado una bella y patriótica obra”.



Figura N°4: don Domingo Gana Cruz desde 1888 fue acreditado, por el Gobierno de Kaiser, como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la República de Chile.



Figura N°5: parte del índice temático, desde donde fue traducido el presente texto; el Desierto de Atacama (pág. 407), Caldera (pag. 410), Información Histórica de Copiapó (pag. 413), y Copiapó (pag. 414).



V.- Datos del Traductor:

Rodolfo J. Novakovic es Físico e Ingeniero Físico de profesión, y entre sus múltiples actividades, además de sus actividades profesionales propias, realiza una investigación del aporte de los Jesuitas del siglo XVIII a todo el Reino de Chile, con especial interés en las técnicas metalúrgicas que trajo a Chile el sacerdote jesuita Karl von Haimbhausen, y que en Alemania implementó su sobrino, Segismundo von Haimbhausen, fundador y primer director de la Real Academia de Artes y Ciencia de Baviera. En relación al Museo Regional de Atacama, el traductor busca obtener mayores datos sobre la Vida y Obra de don Felipe Matta Goyenechea, como por ejemplo, el nombre de la universidad en Alemania donde él habría estudiado y donde se habría titulado, trayendo de dicha sede de estudios hacia la ciudad de Copiapó, Chile, una rama de la Masonería Alemana, diferente a las otras logias restantes del país, y quizá más ligada al pensamiento jesuita de los alemanes del siglo XVIII, dentro de la línea de influencia del Colegio o Universidad de Ingolstad (hoy, y desde 1800, una universidad laica, rebautizada con el nombre de LMU, siglas de Ludwig Maximilian Universität). Para cualquier contacto o aporte que desee hacer al traductor, puede escribir a la siguiente dirección electrónica: rodolfonovakovic@gmail.com

domingo, 21 de febrero de 2010

JESUITAS DEL SIGLO XVIII Y “COLONIA DIGNIDAD”

1.- INTRODUCCION



Durante una corta estadía en Alemania, hace años, me encontré en la ciudad de Munich con un Historiador que trabajaba en la Ludwig Maximilian Universität, LMU (la que fuera hasta el año 1800, y desde 1472 el antiguo Colegio o Universidad Jesuita de Ingolstad) y a quien le interesaba mucho la Historia y Geografía de Chile, y quien había estado numerosas veces visitando el norte y sur de nuestro hermoso país. El lamentaba que la gran mayoría de los ciudadanos, presidentes y políticos chilenos fuesen tan “estrechos de mente” al punto de no saber valorar el legado de los antiguos exploradores e investigadores, tanto chilenos como extranjeros, que mostraron al mundo maravillosas y numerosas obras y descubrimientos, destacándose de todos ellos, las actividades y obras de los padres y religiosos que fueron de la Compañía de Jesús, expulsos desde las Tierras de las Indias, a partir del 26 de agosto de 1767.

Cuando inicié mi investigación sobre los desarrollos tecnológicos y sobre las capacidades para elaborar fierro de los Jesuitas, principalmente durante el siglo XVIII, no fueron pocos quienes me comentaban que los padres y religiosos de esta orden a lo sumo sabían trabajar la plata, pero nada sobre el hierro y menos en otras técnicas metalúrgicas.

No obstante, en los documentos que pueden hallarse en el Archivo Nacional, en Fondos Jesuitas, Fondo Walter Hanisch y en Capitanías Generales, mucho material puede encontrarse sobre los conocimientos que en Chile tenían estos religiosos para trabajar el hierro, e incluso incursionar en temas como la electricidad, las técnicas para la observación astronómica, además de los excelentes microscopios traídos desde Alemania. Referente a la capacidad que los sacerdotes y coadjutores tenían para producir y forjar hierro para su posterior utilización en edificios y en las minas, existe un voluminoso expediente de un juicio, que duró más de siete años, interpuesto por los jesuitas en contra del Gobernador de Chile con la finalidad de obtener una Licencia que autorizara el ingreso desde Buenos Aires de más de mil quintales de fierro en polvo, para utilizarlos en la extracción de minerales en su minas. Sin interés de detenernos en este tema (pues otro es el objetivo del presente artículo) podemos mencionar una de las cartas escrita por el gobernador Joseph Manso de Velasco referente al tema, y cuya copia íntegra se muestra en las siguientes dos figuras:

En la ciudad de Santiago de Chile, en 18 días del mes de abril de 1738 años: el señor don Joseph Manso de Velasco a Su Alteza de la Orden de Santiago del Consejo de S.M Brigadier de su Excelentísimo Gobernador y Capitán General de este Reino, Presidente = Habiendo visto los autos que por parte del Reverendo del Provincial General de la Compañía de Jesús se han seguido con el señor fiscal sobre la Licencia para traer de la ciudad de Buenos Aires la cantidad de Fierro para la reedificación de sus colegios con lo que sobre este punto respondieron los señores de la Real Audiencia en carta del 16 del corriente a quienes se remitió que en lo consultivo y lo que consta de los autos acumulados en la forma deducida = Digo que por cuanto la pretensión de dicho Reverendo padre no se ha conformado ni con los requisitos practicados en los referidos actos de la misma Licencia solicitada por el Procurador General de la ciudad con los que proviene el Real despacho emitido por nuestro Reverendo Padre a fojas vuelta = Desea se declare y declaraba no haber lugar a la solicitada Licencia conformándose con dos votos de los que contiene la carta constitutiva de dicha Real Audiencia; lasse lo proveyó, doy fe y firmo: Joseph Manso de Velasco.”





El padre Karl von Haimbhausen (Carlos Haímausen, como firmaba algunos de sus escritos), entre 1737 y 1738 presenta algunos escritos como los que se señalan seguidamente:

El Padre Provincial General de la Compañía de Jesús de esta Provincia de Chile en los autos sobre la Licencia pedida para conducir a esta ciudad, de la de Buenos Aires, 200 quintales de fierro para la Fábrica y demás gastos de los Colegios de esta Provincia y lo demás deducido suponiendo el traslado de aquellos; con lo que el Señor Fiscal enunciara deber demorar esta Licencia del Excelentísimo Señor Virrey, digo que se ha de servir US de concederla, que expresado a dicho Señor Fiscal la justicia de mi instancia en lo substancial de esta, que dice ser terminante a mi intento, el real propósito de aquello, no se puede poner duda en la facultad de Su Señoría para conceder la Licencia pretendida, pues el real reecripto citado, fue circular, remitido a todos los Reinos y Provincias de las Indias, encargando su ejecución no privativa a los Excelentísimos Virreyes sino generalmente a su Excelencia y a los excelentísimos presidentes de la Real Audiencia gobernadas. De suerte que cada uno en el distrito de la Provincia que tiene a su cargo, y mas no siendo que las subordinadas puede y debe entender en la ejecución del Real despacho, tanto en lo odioso como en lo favorable que contra ella que se adjunta los ejemplares de otras Licencias emanadas ante el Gobierno y aprobadas por la Real Audiencia para anticipar esta misma especie que aunque ejecutando en contra cantidades, como dice el Señor Fiscal, no pueden ser menores que contenidas en mi pedimento, repartidas, retenidas entre diez interesados, que los Colegios para quien en su nombre las pidió y son a las hechas la autorización tan tenues que sin razón de …...no equivalen a lo que cada uno necesita y mencione sobre a lo escrito que……..por no tener lo prometido. Para comprender la compra de esta mercadería, allegarse a esto, que el que porque se halla en Buenos Aires, no es conducente en los esclavos negritos así porque son extranjeros, cuya internación es prohibida, sino comisada por aquel Gobernador y rematada y vendida porque ordena magnitud como el motivo, que el ánimo es comprar o a lo que hubieren subastado esta especie o el residuo, y hubiere en la Real Caja, y sí a otros particulares, se ha concedido Licencia para conducir esta misma especie, con respecto al bien común público que comprendiendo en ella debo esperar de la justificación de Ud., que lo practique con mi petición sagrada por lo cual pido y suplico mande hacer como tengo pedido que es justicia. Carlos Haímausen.







En otra carta escrita el año 1738, el padre Karl von Haimbhausen solicita la Licencia para internar 200 quintales de fierro para la reedificación de Iglesias y Colegios desbastados por el último terremoto (probablemente el de Valdivia, ocurrido el 24 de diciembre de 1737):

El Padre Provincial y General de la Compañía de Jesús de esta provincia de Chile en los autos, que he seguido sobre la Licencia para internar en esta ciudad 200 quintales de fierro para la reedificación y fábrica de las Iglesias y Colegios de la Provincia arreciada con el temblor grande pasado, y lo demás deducido; digo que Ud. se resolvió a negar. La nuestra sentencia conformándose con la mayor parte de votos de los señores del Real Acuerdo y para los efectos que convengan a mi Religión Sagrada de esta Provincia…….de un tanto a la letra de estos autos en cuya atención Pido y Suplico se sirva de mandar que se me de por autorizado la petición en forma y manera, que haga fe con certificación del Señor Fiscal que es Juez e hizo un verbo sacerdotal, no pedirla de malicia. Carlos Haímausen.”



II.- UN "TERRENO RESERVADO" EN EL SECTOR DEL MAULE

En otros documentos hallados, cuando cerca del año 1750 el padre Haimbhausen era Procurador y Rector del Colegio Máximo de San Miguel, solicita formalmente al Padre General Franz Retz, que se le permita tener una hacienda de gran extensión de cuyos deslindes no sean informados a ninguna Provincia y que no aparezcan dentro de los inventarios para las haciendas y terrenos que tenían los religiosos de la Compañía de Jesús en estas localidades. El padre Karl von Haimbhausen solicitó además, y como si fuese poco, que se gestionaran varios decretos para conseguir ingresar al Reino de Chile y a dicha hacienda material y pertrechos, así como sacarlos del territorio, sin que Regulaciones, Aranceles y Tributos (la Aduana del siglo XVIII) conociesen del contenido de los mismos, procediendo a emitir autorización a las “cajas” enviadas o traídas, sin otro trámite que el de destino u origen. Con la finalidad de que más treinta coadjutores alemanes, de diversas especialidades en arqueología, historia, metalúrgicos, etc. (quienes no eran sacerdotes) visitasen posteriormente, entre 1944 y 1953, este terreno “de carácter reservado” ubicado aproximadamente entre las coordenadas 36 y 37° de latitud Sur y entre los 71 y 72° longitud W, el Procurador P. Haimbhausen solicita se autoricen a aquellos para venir a la zona por un tiempo, lo cual extraña a todos sus superiores, quienes le insisten en que se necesitan, no tanto personas preparadas o técnicas en el sector, sino sacerdotes para decir misa y predicar entre los indígenas. No obstante, y aunque con ciertos temores, los superiores y presidentes del Real y Supremo Consejo de las Indias, finalmente accedieron a sus peticiones así como a la concesión de decretos especiales para ingresar (sin pagar tributos y sin ser revisados por Aduana) cajas con maquinaria y accesorios provenientes desde Alemania y otros sectores de Europa, con destino esta gran extensión de terreno. A modo de paréntesis, es importante aclarar, sin embargo, que aquellos coadjutores relacionados con la "hacienda reservada" no se relacionan en absoluto con aquellos casi 42 jesuitas que, entre sacerdotes y coadjutores venidos de diversas partes de Europa, llegaron a la Hacienda de Calera de Tango en 1748, y que desarrollaron e implementaron los talleres de ebanestería, platería, orfebrería, metalurgia, etc. Dicha Misión de 1748 corresponde al segundo intento, y muchos menos recursos, del padre Karl von Haimbhausen por traer a Chile expertos técnicos, principalmente de Alemania, para industrializar este Reino, luego de que su anterior Misión (de aproximadamente 1735 y 1736) fracasase al producirse el hundimiento en el Atlántico de los barcos que traía, muriendo muchos padres Jesuitas aunque sobrevivieron también unos ocho. Este desastre generó una gran pena dentro de la Porivincia de la Cia. de Jesús del Reino de Chile, porque los aportes habían sido otorados por el meceneas del padre Haimbhausen, el Marqués de la Ensenada, y con ellos se habían adquirido importante material técnico y arquitectónico de la época para ser llevado a Chile.

Luego de este paréntesis, y continuando con el relato, el terreno reservado en cuestión comprendido entre los 36 – 37° S, y 71 – 72° W, abarcaba, por el norte, a lo que actualmente corresponde desde Parral hasta Río Melado y Laguna del Maule; y por el sur, a lo que hoy es desde San Miguel hasta Río Ñuble.



Continuando con mi investigación sobre los terrenos situados al sur de Chile, de los antiguos Jesuitas, y mientras mostraba a otros investigadores estas coordenadas, a uno de ellos les llamó la atención que el mencionado territorio reservado abarcase gran parte de las extensiones de terreno que, a partir del 21 de septiembre de 1961, y por Decreto N° 3949 del Ministerio de Justicia, y autorizado por don Enrique Ortuzar Escobar, comenzarían a ser de interés de la “Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad”, más conocida bajo el nombre de “Colonia Dignidad”. De hecho, en la figura anterior, se muestra esquemáticamente, en color amarillo, la verdadera y actual extensión del terreno que está bajo la influencia de dicha Fundación Educacional, a la que desde fines de los años setenta se le denominaría “Villa Baviera”.

III.- EL PADRE WALLISFURTH Y SU IDEA DE LA FUNDACION DIGNIDAD



El sacerdote alemán Dr. Wolfgang Wallisfurth era un lider innato, un emprendedor enérgico, un gran estratega y un "furibundo" coleccionista (como veremos seguidamente). Junto con representar en Chile a la San Rafael Verein, fundó las siguientes instituciones y/o empresas: a) el sistema de ahorro habitacional Casas Chile; b) CELCO; c) Hogar de Inmigrantes en Quinta Normal y Puerto Varas, que se denominó INCAMI (Instituto Católico de Migraciones); d) Fundación Alemana para el Desarrollo de Chile, FUNDAL; e) distribución de Semillas Calificadas (Legumbres); f) fundación de CAPACITAS, para minusválidos; g) Investigaciones científicas en Islas Juan Fernández y Rapa Nui, con envío además de medicamentos y construcción de Leprosario en Isla de Pascua (Rapa Nui); h) fundación de Escuela de Auxiliares de Enfermería; i) fundación del Instituto Católico de Viviendas Populares, INVICA; j) creación de Biblioteca Dr. Wallisfurth, hoy en poder del Arzobispado de Colonia; k) verdadero fundador de CARITAS CHILE; l) construcción de Residencia y Curia Episcopal de Puerto Montt, e Importación de Excedentes Agrícolas de EEUU a través de CARITAS CHILE; m) redactó las Constituciones de las Hermanas Marianas de Schönstatt y vista al padre Kentenich en Milwaukee; n) ayuda a Alemania de postguerra (1848 - 1952) por medio de "Comité de Socorro" y "Salvad a los Niños"; ñ) adquiere el terreno para el "Instituto Mariano" de las Hermanas de Schönstatt; o) fundación de FOMENTA y PRODESA; p) gestionó y obtuvo el contacto con la Comunidad Ecuménica de Taizé (Hno. Bruno de Taizé); q) Adopción de Niños Chilenos para familias alemanas; r) Planificó la Reforestación de Chile (tal como era costumbre de los Jesuitas de los siglos XVII y XVIII); s) fundación de FINDE; t) reconstrucción y ayuda económica a Puerto Saavedra; u) participación en Congreso Eucarístico en la ciudad de Rosario, Argentina, reuniéndose con Juan y Eva Perón; v) fundación de la SOCIEDAD LECHERA DEL SUR en la ciudad de Osorno (donde luego se enmarca CALO, LONCOLECHE, y WATT'S).

Por todo lo anterior, para varios teólogos e historiadores alemanes (a quienes aún no me es posible mencionar), aunque todos ellos admiradores de la Obra del padre Wallisfurth, plantean el nombre de este sacerdote como el verdadero fundador e ideólogo de la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, así como de la empresa promotora CELULOSA CONSTITUCION (CELCO), ambas formadas en la zona del Maule. Todos ellos piensan que, junto con otras zonas al sur de Chile, el padre Wolfgang Wallisfurth Ploch tuvo gran interés por esta región, y que si bien la Provincia del Maule era una de las más pobres del país, cuya población contribuía a formar los anillos de miseria en torno a la capital chilena, donde él deseaba entregar buenas fuentes de trabajo, no era menos cierto que dicho sacerdote buscaba el tener accesos y carreteras dentro de la zona, con el objetivo de obtener una mejor exploración del sector. Si para los jesuitas del siglo XVIII este terreno les fue de interés, entonces para él también les sería de importancia, dado su interés por la Historia, la Geografía, las Etnias y las Leyendas de Chile. En efecto, esta hipótesis tiene cierto asidero puesto que en variados artículos publicados en español y en alemán, el padre Wallisfurth menciona su interés por obtener mapas y documentos antiguos de Chile, entre los cuales menciona estudios cartográficos de Sudamérica fechados en 1653, además de obras de Alexander von Humboldt como: “Ideas sobre la Geografía de las Plantas” (1807), una colección de 30 tomos titulada “Viajes a las regiones equinocciales del nuevo continente” (1799 – 1834), y una colección de 5 tomos bajo el título de “Kosmos. Entwurf einer physischen Weltbeschreibung” (1845 – 1862). Este “Kosmos”, dice Hosrt Mühleisen, es la coronación secular de los conocimientos globales de su tiempo en el campo de las Ciencias Naturales y que se caracteriza por la fiabilidad de los datos, la plenitud de la exposición y toda una serie de ideas fructíferas. El padre Wolfgang Wallisfurth, como sacerdote y bibliófilo, quería informarse ampliamente, y no sólo ex oficio, sobre el país en que vivía desde 1938, y sobre las gentes que eran, al mismo tiempo, sus feligreses. Para Horst Mühleisen, del Rheinische Merkur/Christ und Welt de Bonn, la gran biblioteca del padre Wallisfurth, con ejemplares únicos en Etnología, autoediciones rarísimas impresas en costosísimo papel hecho a mano, tomos marroquinados, con obras de arte únicas impresas durante la época colonial española, “obligará a algunos ignorantes a revisar las viejas ideas que se tienen de Sudamérica”.



Traducción del Certificado (efectuada por doña Roswitha Tiedemann, ex secretaria padre Wallisfurth): Señor Constructor Civil, Prelado Dr. Teol. Wolfgang Wallisfurth, calle Mallinckrodt 70, Casilla 3261, Santiago de Chile. Muy estimado señor Prelado: usted ha expresado gran estima al Arzobispado de Colonia al traspasar su Biblioteca Hispano-Sudamericana a la Biblioteca Diocesana de este Arzobispado. En señal de agradecida apreciación, lo nombro Canónigo Honorario de esta Alta Catedral de Colonia. En el Amor de Cristo. Suyo. Joseph Card. Höffner, Arzobispo de Colonia.

Para varios chilenos, quienes conocieron personalmente al P. Wallisfurth, este era un sacerdote decidido y proactivo, a quien le disgustaban los interminables discursos inconducentes. Un gran amigo mío, Mario Quadri Boisier, fallecido el pasado viernes 12 de febrero, me comentó que mientras él estudiaba para graduarse en la Escuela de Oficiales del Ejército, conoció a Dr. Wallisfurth, quien le comentó en una oportunidad sobre la necesidad que él y otros compañeros de armas, pudiesen ayudarle con un gran proyecto que tenía para crear grandes valles verdes así como numerosas fuentes de trabajo en toda la Provincia del Maule. Y aunque Mario Quadri no aceptó trabajar con él, por años mantuvo una buena relación, sobre todo cuando al término de la Segunda Guerra Mundial, el padre Wolfgang Wallisfurth intentó refugiar en Chile a empresarios alemanes que habían ayudado al Tercer Reich. Uno de tales empresarios a quien trajo a Chile por corto tiempo, me narraba Mario Quadri, tenía un apellido parecido a “Kirschnerbi” y a quien el padre Wallisfurth lo presentó como uno de los productores del famoso Kirsch de Selva Negra, al sur de Alemania, aunque su empresa de distribución estaba presuntamente en Berlín. Este señor “Kirschnerbi”, quien estaba soltero, le comentaría el P. Wallisfurth, habría ayudado mucho al gobierno de Adolfo Hitler, de manera que buscaba la forma de casarlo con alguna chilena seria en Chile, a quien poder luego traspasar su fortuna, y así evitar la pérdida de todo su patrimonio debido a los juicios que se iniciaron en contra de quienes colaboraron con el Régimen Nacionalsocialista Alemán. Y tal como le sucedió a este empresario alemán, muchos otros negociaron presuntamente “la donación” de sus fortunas con diversas órdenes religiosas y con arzobispados, con el compromiso que éstos, luego de “pasado el peligro”, devolviesen los fondos a su legítimos dueños. Y es aquí donde comienza la “historia oculta”.

Aunque la Iglesia Católica se declarara, al final de la Segunda Guerra Mundial, contraria a las ideas impulsadas por el Tercer Reich, lo cierto es que muchos obispados y asociaciones sin fines de lucro buscaron, cual verdaderos bancos e instituciones financieras, “captar” los dineros y propiedades de aquellos alemanes y europeos que colaboraron abiertamente a favor del triunfo de Alemania. Personas cercanas a Helmut Frenz, obispo luterano, me han comentado que mientras el padre Wallisfurth buscaba la protección de los capitales de quienes fueron proclives al Nacionalsocialismo de Alemania, él como miembro luterano, buscaba lo contrario: denunciar aquellas operaciones y fundaciones de “los colaboradores” que movían sus capitales a otros países con el objetivo de evadir los juicios de guerra en Europa. El padre Wallisfurth, hasta el día de su fallecimiento, tuvo como “Headquerter” de sus actividades una casa situada en calle Rheinstasse 1, San Agustín, Siegburg, aldea situada a menos de 10 kilómetros al noreste de Bonn, y a menos de 25 kilómetros al sureste de Colonia, donde actualmente se encuentra la numerosa biblioteca Dr. Wallisfurth.

Helmut Frenz, quien ocupase además el cargo de Secretario de Amnistía Interncional, me narró en un par de reuniones la historia del origen de la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad. He aquí su versión: “cuando los aliados tomaron Bonn, en Siegburg existía un aeropuerto de la Luftwaffe, en donde finalmente entre alemanes y norteamericanos, estos últimos quienes en el fondo compartían secretamente las ideas del Tercer Reich, crearon la entidad de beneficencia “Misión Social Privada” para atender a los niños huérfanos víctimas de la guerra. Con el tiempo, y dados los juicios posguerra, los creadores de esta entidad estudiaron diversos países a donde huir, decidiéndose finalmente por Chile, y solicitando ayuda al ex Presidente del Banco Central, Arturo Maschke Tornero, quien gestionó en Chile y en Alemania, como embajador en dicha nación, para que se extendiera el decreto de concesión de dicha entidad. Con la formación de esta fundación, comenzarían a llegar a Chile, durante los años sesenta, otras fundaciones y corporaciones, con fondos de ex colaboradores del Régimen Alemán”. Fue así como el obispo luterano Frenz se habría venido a Chile, a mediados de los sesenta, con destino a la ciudad de Concepción, precisamente para “cazar nazis” e intentar a su vez cambiar el pensamiento de los alemanes residentes chilenos y de los descendientes de alemanes, entre dicha ciudad y Valdivia, que aún admiraban, según él, las ideas del Nacionalsocialismo. En suma, las actividades de Helmut Frenz en la zona y en la ciudad de Concepción, tenían un componente más bien político que religioso, al punto de existir una estrecha vinculación entre la creación y financiamiento del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y la presencia de Frenz en la zona, quien inició sus misiones y actividades en la cárcel de Concepción.

IV.- COLONIA DIGNIDAD, UNA FUNDACION TRANSVERSAL

Es interesante cómo teólogos e historiadores alemanes consideran al padre Wolfgang Wallisfurth como el verdadero creador en Chile de todo un proceso que se inicia después de la Guerra y que tiene como puntos neurálgicos las siguientes entidades principales: Fundación San Rafael, Caritas Chile, Colonia Dignidad, Fundación Alemana para el Desarrollo de Chile (FUNDAL), Celulosa Constitución y Celulosa Arauco (CELCO), INVICA, y Sociedad Lechera del Sur. Mientras que para algunos, yo me incluyo entre ellos, estas obras son una demostración del interés por desarrollar y tecnologizar Chile siguiendo el antiguo legado de los Jesuitas del siglo XVIII, para otros en cambio, estas entidades no fueron más que empresas que servían de camuflaje y pantalla para el ocultamiento de las fortunas “nazis”, las que fueron perseguidas por miembros de la entidad “cazanazis” Simon Wisenthal.









No obstante, para nadie es un misterio que la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, o Villa Baviera, como se le conoce, fuese constituida y apoyada jurídicamente en Chile incluso por miembros de la Comunidad Judía residente, tales como, por ejemplo, el químico RUDI COHN BADEN, quien estaba domiciliado en calle Domingo Villalobos N°60, en Santiago, y casado con doña Graciela Valenzuela, probando que la conformación de esta fundación es de carácter transversal, que no profesa un credo religioso específico, ni abraza una idea política específica. La prueba es que Colonia Dignidad ha sobrevivido desde 1961 a gobiernos de distintas tendencias políticas, y no existe un presidente específico, que haya declarado la guerra a esta entidad. Ni el presidente Salvador Allende Gossens, en el pasado, ni la socialista, separada y agnóstica presidenta Verónica Bachelet Jeria, han expuesto interés alguno en clausurar o dejar sin efecto las sociedades Perquilauquén o Colonia Dignidad, con lo que se demuestra el carácter neutral de sus fundadores (que no se relacionan con las ideas y actitudes propugnadas por Paul Schäfer, un “chivo expiatorio” usado por la política contingente para obtener ciertos dividendos).

En cambio, da la impresión que quienes buscaron tomar, en el siglo XX, el control de lo que hasta 1767 fue territorio de los padres de la Compañía de Jesús, tiene por objetivo continuar las investigaciones étnicas, arqueológicas y geográficas iniciadas por el padre Karl von Haimbhausen en la zona, puesto que la investigación no se circunscribe sólo al territorio chileno sino que se extiende hacia la nación transandina. En España, en Alemania, en Austria, y en Suiza, entre otros países, existe un gran interés por conocer la procedencia de los ciudadanos blancos, altos y de ojos azules que estaban presuntamente en estas tierras (mapuche), mucho antes de la llegada de los españoles. Y así, bajo la frase “Mapuche de Boroa” se engloba la investigación de cierta etnia mapuche, más alta, clara y fornida que aquellos que el resto del orbe considera como tales. Y aunque algunos piensan que dichos “mapuches blancos” tienen su origen en una mezcla entre religiosos y religiosas náufragos en las cosas de Chile, luego de un desastre sucedido después de mediados del siglo XVII, lo cierto es que existen relatos sobre encuentros entre soldados españoles y “mapuche blancos”, con anterioridad a dichos hechos. Cabe mencionar que el 20 de septiembre de 1606 muere en la Batalla de Boroa el capitán don Juan Rudulfo Lisperguer junto a los 293 soldados que él comandaba, cuando los mapuche comandados por los caciques Ainavilu y Anganamon atacaron el Fuerte de los españoles. El año anterior todos ellos se habían trasladados al Fuerte de Boroa, construido por orden del gobernador Alonso García Ramón, a unas cuatro leguas (unos 22.8 kilómetros) de Toltén y cerca de Cautín. (Una legua castellana equivalía en el siglo XVII a unos 5.7 kilómetros aproximadamente, que correspondía a la distancia promedio, según el tipo de terreno, que una persona podía caminar en una hora). Se dice que en la Batalla de Boroa de 1606, los españoles fueron derrotados por hombres que parecían tener un aspecto germano u holandés.

Un amigo, ex militar, a quien le correspondió visitar el Pentágono, me comentó hace muchos años que, a fines de los años ochenta halló, para su sorpresa, una Oficina Comercial de Colonia Dignidad, entre las tantas oficinas situadas entre los pasillos de dicha sede norteamericana, lo que sumado a que el territorio que abarcan sus operaciones, exceden el territorio en el Maule que se considera comprendido por Villa Baviera, son demostraciones que otro tipo de exploraciones se efectúan en el sector, y que no se relacionan con actividades políticas, nazistas o xenófobas.

En efecto, en un informe de los años noventa de la CIA y en otros publicados por fuentes norteamericanas similares, y citados también por el periodista de Concepción don Carlos Basso Prieto, demuestran que la extensión geográfica de las operaciones de las entidades Perquilauquén y Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, no se circunscribe a lo que erróneamente la prensa considera, sino que comprende entre los 71.00 y 71.45° de longitud oeste y entre los 36.15 y 36.45° de latitud sur, conteniendo dentro de su territorio (considerando un gráfico escala 1:50.000 sección F) las localidades de Digua, Bullileo, Baños Loncaví, Laguna Dial, San Favián de Alico, Lara y Pichirrincón. En los sectores de Laguna Dial existen 8 pasos fronterizos, mientras que en Pichirrincón tenemos 9 pasos, siendo todos ellos los siguientes:

Sección F N°94, Laguna Dial:
1.- Hito Paso (H.P.) Puerta Nueva o Benitez
2.- Hito Paso (H.P.) Puerta Vieja
3.- H.P. Valdés
4.- H.P. del Macho
5.- H.P. del Saco
6.- H.P. del Dial o Chañas
7.- H.P. Catrina
8.- H.P. Piuquenes

Sección F N° 104, Pichirrincón:
1.- Hito Paso Cajón o Cerro Colorado
2.- H.P. Los Moscos
3.- H.P. Zaña-Zaña
4.- H.P. Las Diucas
5.- H.P. Las Mariposas
6.- H.P. Cajón Negro
7.- H.P. de Lumabia o Salitre (B)
8.- H.P. de Lumabia o Salitre (C)
9.- H.P. de Pincheira o Vallejos

La superficie que abarca toda la zona considerada por el informe norteamericano supone un área de más de 380.000 hectáreas de terreno, sólo en territorio chileno.

Finalmente es posible decir casi con toda certeza, que mientras la prensa informa que la entrada principal de Colonia Dignidad está en la zona de El Lavadero, el informe norteamericano indicaría que la entrada verdadera estaría a unos 5 kilómetros al noroeste de San Fabián de Alico, en que se bifurca el río Ñuble, donde existe una manifestación minera para extraer Oro, a nombre de la empresa Alina S.A., Rut 76.010.853-7. Otra zona de interés para algunos grupos norteamericanos es el área donde posee una pertenencia minera la empresa Sociedad de Inversiones La Tirana Ltda., Rut 77.012.380-1, la que adquirió en octubre de 2005 un buen número de acciones de la sociedad sin iniciación de actividades LATCAP II SPV LP, de propiedad del abogado Jaime Carey Tagle. (A modo de comentario, recordemos que LATCAP II SPV fue hasta agosto de 2009, uno de los controladores de la empresa TRICOLOR S.A., la cual a su vez controla en casi un 50% la empresa de alimentos Watt´s S.A. El 5 de agosto de 2009, LATCAP II SPV transfirió varios millones de acciones a nombre de la sociedad Banco Santander JP Morgan, entidad que la gerencia del Banco Santander dice ser inexistente). Cabe entonces preguntarse, ¿qué hacen las sociedades Alina S.A. e Inversiones La Tirana S.A. en un área que se ha considerado típicamente de propiedad de Colonia Dignidad?

No obstante, entre los 71.00 y 71.45° de longitud oeste y entre los 36.15 y 36.45° de latitud sur, coordenadas informadas por el periodista Carlos Basso Prieto, podemos encontrar numerosas otras propiedades mineras de empresas y particulares tales como:

1.- César Formas Ortiz, Rut 4.713.203-7
2.- Anglo American Norte, Rut 91.658.000-2
3.- Colbún S.A., Rut 96.505.760-9
4.- Codelco Chile, Rut 61.704.000-k
5.- BHP Chile Inc, Rut 86.160.300-8
6.- CGE Generacions S.A., Rut 76.412.900-5
7.- Sociedad Legal Minera Los Custodios, Rut. 7.297.060-8
8.- Harald Engel Seckel, manifestación “Democracia”, Rut. 1.532.683-2

En resumen, descartando una posición política y xenófoba detrás de este territorio, y considerando que en el lugar existen pedimentos mineros autorizados por el Gobierno de Chile para extraer uranio, no queda más que aceptar que, así como en el pasado, los jesuitas del siglo XVIII, reservaron el territorio de la Provincia del Maule para completar sus excavaciones e investigaciones geográficas y arqueológicas, es lógico pensar que el padre Wolfgang Wallisfurth, como continuador de la obra del padre Karl von Haimbhausen, se interesase en el mismo territorio, para ahora, con mayores medios y tecnologías, explorar y reconocer todo este territorio, buscando los pasos fronterizos más adecuados para continuar con las investigaciones en el país transandino.

V.- FUNDAL: FUNDACION ALEMANA PARA EL DESARROLLO

De todas las empresas, fundaciones e instituciones antes nombradas que fundó y creó el padre Wolfgang Wallisfurth Ploch, alias "El Volcán", se cree que las entidades controladoras matrices de todas fueron principalmente dos: FUNDAL y CELCO. Mientras que la Promotora Celulosa Constitución CELCO (hoy en manos del Grupo Angelini) era la empresa que otorgaba trabajo a los ciudadanos de la Región del Maule, se entregaba a FUNDAL la responsabilidad de "captar" los dineros empozados en Estados Unidos y en Europa, principalmente proveniente de aquellos empresarios y profesionales que fueron "proclives" al gobierno de Adolfo Hitler, no obstante el componente "apolítico" de las operaciones realizadas en Chile y en ciertas localidades de Argentina. En efecto, uno de los ex directores de FUNDAL, el padre Mauro Matthei Puttckamer (hermano de ex General Fernando Matthei P.) comenta que para poder recibir y administrar los fondos y capitales provenientes tanto de Estados Unidos como de Alemania, así como administrar las ganancias de CELCO, el padre Dr. Wallisfurth procede a crear y a escribir los Estatutos, con fecha 31 de enero de 1964, la Fundación Alemana para el Desarrollo de Chile, FUNDAL, entidad controlada por CELCO, por el Arzobispado de Santiago y por CARITAS-INVICA. El decreto de aprobación N°2241, fue firmado por Enrique Ortuzar Escobar, el 4 de Agosto de 1964 (ver documentos adjuntos). Los estatutos de FUNDAL establecen hasta el día de hoy que en el nombramiento de los nueve directores participan el Embajador de la República Federal de Alemania, el Arzobispo de Santiago, e INVICA-CARITAS CHILE. Por tanto los nueve directores de FUNDAL quedan integrados como sigue:

1.- el señor Arzobispo de Santiago de Chile
2.- tres (3) directores designados por el señor Arzobispo de Santiago.
3.- el Embajador de la República Federal de Alemania (hoy República de Alemania)
4.- un representante designado por CARITAS-INVICA
5.- un representante de CELCO (empresa que en un 99.99% es controlada por EMPRESAS COPEC)
6.- un representante de la Colectividad Alemana Residente en Santiago, designado por el Jefe de la Misión Diplomática de Alemania.
7.- un representante de la Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria

De los nueve directores el Arzobispado de Santiago ocupa cuatro escaños, Alemania ocupa tres, mientras que a CELCO y a CARITAS-INVICA les corresponde uno a cada uno. Es por esto que, para muchos investigadores internacionales el real control económico de todas las demás fundaciones nombradas, incluidas COLONIA DIGNIDAD y Fundación PERQUILAUQUEN, es hasta ahora ejercido por FUNDAL y por CELCO, dado su acceso al 80% de los fondos provenientes de COPEC (ya en un próximo artículo desarrollaremos más sobre estos puntos).

Sólo cabe hacer notar aquí, que con fecha 22 de diciembre de 1997, la entonces Ministra de Justicia, MARIA SOLEDAD ALVEAR VALENZUELA, aprueba por decreto N°1168 la Reforma de los Estatutos de FUNDAL. Así, con fecha 15 de Octubre de 1996, el Comisario don Alejandro Jimenez Albornoz, de la Policía de Investigaciones de Chile, con carácter de "Reservado" informa a Región Policial Metropolitana que el abogado de FUNDAL es don Patricio Cavada Artigues, chileno, civil, C.I. 4.275.972-4, con domicilio en Mac-Iver N°484, Of. 36 en Santiago, en tanto que los nueve directores de FUNDAL son los que a continuación se nombran:







1.- Monseñor Bernardo Herrera Salas, chileno, civil, C.I. 3.359.778-9, domiciliado en Padre Orellana N°1116
2.- Werner Reichenbaum, ciudadano alemán, médico, Embajador de Alemania, civil, cédula 49.009.665, domiciliado en Presidente Errazuriz N°3532, comuna de Las Condes.
3.- Werner Kulenkamff Gardeweg, chileno, empresario, civil, C.I. 7.002.125-0, domicilado en San Juan de la Cruz de Ñuñoa.
4.- Ricardo García Rodriguez (ex Ministro del Interior del gobierno del General Pinochet), abogado, civil, C.I. 3.085.461-6, domiciliado en El Retiro N°4970 de Vitacura.
5.- Mauro Matthei Puttckamer, sacerdote, civil, C.I. 2.285.173-3, domiciliado en el Monasterio Benedictino de Lliu-Lliu.
6.- Ramón Undurraga Montes, chileno, ingeniero civil, civil, C.I. 3.519.964-5 domiciliado en El Romeral N°9605 de Vitacura.
7.- Marianne Wendt Traenker, ciudadana alemana, industrial, civil, cédula 2.104.292-5, domiciliada en Camino El Cajón N°18.245 de Lo Barnechea.
8.- Alfredo Pesce Genaro, chileno, ingeniero químico, industrial, civil, C.I. 2.127.250-7, domiciliado en Mariategui N°2344 de Providencia.
9.- Michael Raczynsky Oppen, polaco, nacionalizado chileno, Ingeniero Agrónomo, civil, C.I. 3.871.678-6, domiciliado en El Tranque Interior de Lo Barnechea.

Los objetivos principales de FUNDAL, de conformidad al Art. 2 de sus Estatutos, que se mantuvieron hasta 1997, fueron: a) promover la educación universitaria, técnica y formación profesional; b) contribuir a la producción de viviendas económicas y creación de comunidades habitacionales; c) propender a la reestructuración de la propiedad agrícola; d) intervenir en la solución de Problemas Sanitarios de las poblaciones populares; e) facilitar el crecimiento y multiplicación del Cooperativismo; f) estimular el desarrollo integran de la comunidad.

FUNDAL podrá otorgar los servicios técnicos y asistenciales que se le soliciten y actuar como mandante, mandataria o asignataria modal e intervenir directamente o asociada con empresas o instituciones que persigan finalidades análogas. FUNDAL tendrá domicilio en la ciudad de Santiago, sin perjuicio de los domicilios especiales que pueda fijar para determinados Actos o Contratos y de las agencias y sucursales que resuelva abrir en territorio nacional o en el extranjero. Así, en Alemania la dirección de FUNDAL estaba en la localidad de Siegburg, calle Rheinstrasse 1, D 5205 St. Augustin 2, Postfach 2129, Tel. 02241 - 332345, mientras en Santiago de Chile, y hasta hoy actual dirección, es: Carlos Walker 092 Depto.303, Santiago.













VI.- PALABRAS FINALES: COLECCIONISTAS Y CAZADORES

A la luz de todos estos antecedentes históricos expuestos, cuyos documentos se remontan a pleno siglo XVIII, podemos concluir casi con total certeza que las actividades del padre Wallisfurth en Chile no obedeció a otra cosa que a su interés por continuar la obra inconclusa de los Padres de la Compañía de Jesús de aquel entonces, centrándose en los desarrollos técnicos e investigaciones arqueológicas iniciadas por el sacerdote bávaro y Procurador P. Haimbhausen. Si el dinero que el padre Wallisfurth internó a Chile, para cumplir sus objetivos, provino de los fondos que hasta 1945 fueron de empresarios, colaboradores o seguidores del Tercer Reich (estos últimos quienes donaron sus capitales para evitar presecusiones), es un punto que pretendo aclarar en mis futuras investigaciones, y siempre y cuando nos sea posible acceder a las cuentas bancarias, memorias y balances de todas estas fundaciones. Más, no por ello podremos objetar la Vida y Obra de este gran sacerdote que industrializó y tecnologizó Chile, tal como en el pasado lo hiciese el padre Karl von Haimbhausen. Desconocer aquello implica desconocer parte importante de nuestra historia.

De igual manera sucede con las entidades relacionadas con Colonia Dignidad, la cual ha sido singularizada como una entidad con un marcado componente "nazi", a pesar que en este artículo hemos demostrado hechos tan patentes como el tener miembros de la Colonia Israelí residente, una Oficina Comercial en el mismo edificio Pentágono, así como la internación liberada de Derechos de Aduana para Maquinarias y Vehículos gracias al Decreto N°412, entre otros, que se refiere al Convenio entre la República de Alemania y Chile, el cual fue gestionado personalmente por el padre Wolfgang Wallisfurth en 1963 y que benefició también a FUNDAL. Años después, para el Terremoto del 3 de marzo de 1985, la mayoría de todo el dinero enviado por Alemania, desde la sede en Colonia, se gestionó por medio de FUNDAL.

Dada una entrevista realizada hace unos cuatro años al señor Oscar Enrique Paris Mancilla, Director de CITUC, donde él comenta que la creación de dicha entidad habría sido financiada por la Fundación Alemana para el Desarrollo, así como su Beca en Toxicología durante su estadía en la Universidad Jesuita de Georgetown, he solicitado por escrito al Sr. Michael Raczynsky Oppen, Presidente de FUNDAL, la confirmación de este proyecto financiado a fines de los años ochenta, así como los antecedentes que obran en poder de FUNDAL. Hasta la fecha no he recibido respuesta alguna que confirme o desmienta sobre lo consultado.

El padre Dr. Wallisfurth a modo de broma dividía a la "Gente de Acción" en dos grupos: COLECCIONISTAS y CAZADORES. Y aunque él se definía como Coleccionista en ocasiones debía actuar como Cazador. En mi caso, por el contrario, dado el tenor de mis indagaciones en varios casos de actualidad, y parafraseando la división efectuada por este singular sacerdote, no puedo mas que definirme como un CAZADOR. No obstante, ser Cazador, como cualquiera que "va en busca de aventuras en la Selva", tiene sus riesgos, pues el Cazador debe enfrentarse a un "terreno distinto" u "hostil"; en ocasiones debe camuflarse, a veces pasar desapercibido, mientras otras se debe enfrentar directamente y sin miramientos a las "bestias", las cuales reaccionan sólo debido a sus instintos y muchas veces sin prever consecuencias. Más, la mayoría de las veces, el Cazador, más que el Coleccionista, debe actuar tal como si estuviese participando en un Torneo de Ajedrez (según el tablero que al Cazador le corresponda), decidiendo enfrentarse con el Primer Tablero o con el Quinto Tablero, conforme el Cazador estime su preparación; porque aunque arriesgado deberá ser su forma de actuar, siempre lo impulsará la Prudencia y la Sabiduría. Porque cada vez que el Cazador "realiza una acción", la respuesta inebitable será "una reacción"; reacción que puede ser notoria y evidente, o a la inversa, muy sutil y apenas imperceptible, pero suficiente para saber la dirección a tomar...

En próximos artículos, junto con desarrollar con mayor profundidad la amplitud y ramificaciones de las actividades de las fundaciones COLONIA DIGNIDAD, PERQUILAUQUEN y FUNDAL, buscaré aclarar con documentos cómo fue el proceso por el cual el Grupo Angelini terminó "haciéndose" de CELCO durante el Gobierno Militar, en circunstancias que, en estricto rigor, dicha entidad debió haber sido devuelta a su legítimo dueño, el padre Wolfgang Wallisfurth, luego que aquella fuera expropiada en 1971 por el entonces presidente Salvador Allende Gossens. Con respecto a este punto, sólo quiero señalar que, habiendo yo solicitado en reiteradas oportunidades esta información a CELCO, la empresa se ha negado terminantemente a ello, a pesar que el proceso debiera ser público, puesto que se efectuó con la "venia" de CORFO.

(CONTINUARÁ...)